Celaya Gto. Por: Christian Allen.- Sin duda el tema de la corrupción es uno de los pendientes más importantes del sistema de Gobierno en México, mismo que no avanza mucho con leyes que en principio son buenas intenciones, pero que al llevar a la práctica son recortadas, rasuradas, y no dejan realmente ayudar a curar este cáncer que ha acabado con la vida y el bienestar de millones, en nuestra golpeada nación.
Pero, después de tantas cosas y de tantos casos, al parecer en los últimos años, con las nuevas tecnologías de la información y comunicación… y con lo importante que es hablar con la verdad, llega un rayo de esperanza.
Este es sin duda, el manejo y aprovechamiento de las redes sociales, que han llegado para quedarse y ser parte importante del desarrollo del entorno social.
¿Realmente las redes sociales darán batalla a la corrupción? Es una pregunta que aún no podemos responder, pero que sin duda los casos ventilados en vídeos, en fotografías, en audios, en pruebas digitales son cada vez más, y no solamente los funcionarios corruptos caen, sino los ciudadanos que carecen de valores, y todo aquel que atente contra una sociedad en donde ‘los buenos somos más’, siguen cuantificándose y cada vez son más.
Lo bueno es que las voces unidas han frenado intentos por censurar la libre expresión que hay en línea, lo malo que hay compromisos que tienen que ser pagados, y gente de la ‘vieja escuela’, egoísta a la que solo le importa el bienestar personal, y no el colectivo, los que aún están detrás de esos asientos y esas butacas, díganse Congresos Locales, de la Unión y Cámara de Senadores.
Así es México, un mundo en donde actualmente las revoluciones son detrás de una pantalla, pero que, aun así, pueden ir moldeando el pensamiento de todos aquellos que están y que estarán en las filas del gobierno para que estos, sino por intención propia, sino por el miedo a ser descubiertos, se porten bien.
Y recordamos con esta última frase a Javier Duarte, ex Gobernador de Veracruz, actualmente prófugo, ‘dictador’ de un estado en donde han muerto más periodistas que en ningún otro lugar de México. ‘Pórtense bien’, les decía.
… Pero bueno regresando al tema del que hablamos hoy, CORRUPCIÓN y REDES SOCIALES.
Sin duda el mundo se divide entre los pesimistas y los optimistas, muchos de los primeros piensan que compartir actos de corrupción es redes no ayuda mucho, pero en realidad, sí ayuda Y MUCHO.
No nos vayamos tan lejos, hay que regresar en el tiempo cuatro años, COMO EJEMPLO, solo cuatro años, cuando terminada el sexenio de Felipe Calderón, en ese tiempo en que el Facebook, ya era un tema popular y hasta el que no tenía una computadora en casa, ya por medio de su celular se podía conectar al mundo.
Bueno en ese momento para los jóvenes, y para muchos, el tema de la política era aburrido, sin chiste y muchos estaban ajenos a los pleitos del Congreso o de sus presidencias municipales (entre otros). Y desde mi punto de vista el mismo sistema se había encargado de que el tema fuera tan ‘complicado’ y tedioso, que el grueso de la población le daría la espalda a todo lo que se le relacionara. (Claro si eres ignorante de la ley, no la exiges)
Pero ‘¡OH SORPRESA!’, los casos de corrupción, han destapado escándalos, escándalos que muchos aman escuchar, escándalos que llevan implícitos golpes al bienestar de aquellos que vivimos en un país donde el fisco es puntual, pero la seguridad no. Escándalos que nos hacen razonar y pensar porqué el país está como está. Escándalos que cada vez nos hacen más ruido y más ganas de que la justicia llegue a las manos de quienes la piden a gritos.
Amados lectores, ahora el cuento ha cambiado, yo creo que a nadie de nosotros nos gustaría ser exhibidos haciendo algo indebido moralmente o prohibido legalmente. ¿no?
Pues bueno, entonces con la proliferación de todas estas plataformas, llámales: Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat, YouTube, entre muchas más, la verdad saldrá a la luz, no será hoy o mañana, pero la verdad siempre sale y ve la luz.
No hablaremos en este caso de los temas locales, que ya muchos conocemos y son varios y ‘seguirán’, esperemos que no por mucho tiempo.
La situación ha cambiado, en la actualidad comenzamos a entender el daño que nos hace un acto de corrupción, ahora hay más denuncias y más rechazo. Nos mantenemos informados, enterados y por consiguiente atentos, indignados, y después involucrados para reclamar y obtener un cambio.
… Al final del día la presión social y rechazo a lo que nos hace daño es algo que esperemos siga floreciendo.
Gracias por leer.