Quizá para muchos haya pasado inadvertido en la pantalla grande, pero durante el último lustro Luke Evans ha participado en filmes taquilleros y franquicias como lo son Fast & Furios 6, El Hobbit y Drácula: La Leyenda Jamás Contada, papeles que le han ayudado a posicionarse como un buen actor de cine y ahora lo podremos ver encarnando al guapísimo y narcisista Gastón en la nueva producción de La Bella y la Bestia, filme que se estrena este fin de semana.
“Es uno de los villanos más reconocidos de la historia de Disney y me siento privilegiado por tener el honor de darle vida en forma humana, así que es mágico, es muy emocionante. Sólo espero que la gente piense que tengo suficiente pelo en el pecho, probablemente no”, confesó el histrión galés.
Durante la promoción del filme de Disney Evans ha dejado claro que no piensa defender nunca al villano que encarnó durante aproximadamente tres meses, “no es un ser humano agradable, reúne todas la características que no te gustaría ver en un amigo o alguien de su entorno, yo me alejaría lo más lejos posible de alguien como él”.
“Es muy manipulador, egoísta y egocéntrico. Ha creado un pequeño mundo donde él es el rey y tan pronto como eso deja de pasar, tan pronto como Bella dice no y encuentra a Bestia, él sabe que su cumbre ha terminado y después experimenta un modo de destrucción, quiere destruirlo todo, es un personaje muy oscuro, así que no lo voy a defender en absoluto, merece todo lo que le pase”, afirmó quien interpretó al Dios Apolo en Furia de Titanes (2010).
Algo que si le preocupaba un poco a Luke era lo de la comedia, pero el cantar y hacer un musical en el cine era más un sueño por cumplir, ya que adora cantar y lo hacía desde sus inicios como actor teatral.
“No he hecho mucha comedia a lo largo de mi carrera y esta fue mi oportunidad de hacerla y no había pensado mucho en cómo funcionaría la interacción con Lefou y entonces conocí a Josh Gad (Jobs, 2013) y me di cuenta de que lo que sea que tuviera en mente sería divertido, ya que sería enfatizado y mejorado al tener a Josh en la escena conmigo. Verán que nos llevamos bien y nos la pasamos mejor que nunca, ha sido una experiencia maravillosa delante y detrás de las cámaras, pero creo que en la gran pantalla se darán cuenta de que este ritmo y ese compañerismo que tenemos empezó detrás de las cámaras y lo trajimos a la pantalla”, expresó contento a la prensa.
Cambio de planes
Proveniente de un pequeño pueblo, hijo de un albañil y de una intendente, Evans decidió dedicarse a la actuación a los 17 años y se trasladó a Cardiff donde estudió bajo la supervisión de Louise Ryan, maestro de canto reconocido. En 1997 obtuvo una beca para estudiar en el London Studio Centre en Kings Cross, Londres.
“Soy actor profesional desde el año 2000. Estudié interpretación durante unos nueve años y medio. Ahora empiezan a llegarme papeles grandes, protagonistas, en películas aún mayores, cintas de estudio. Tengo 37 años y 17 de ellos trabajando como actor. No soy un recién llegado. Al cine puede que sí, pero no a esto de la interpretación”, sentenció quien interpretó a Aramis en Los Tres Mosqueteros (2011).
Y es que durante poco más de ocho años Luke se dedicó únicamente a hacer musicales en teatro, jamás pensó en una carrera en el cine, hasta que un día le propusieron hacer una obra de teatro normal, hecho que cambió para siempre su carrera.
“El cine nunca formó parte de mis planes. Yo quería ser actor de teatro. Actor de musicales. Cantar era mi oficio. Siempre musicales… tenía 28 años cuando todo cambió. En mi primera representación, entre el público, se encontraba un director de casting de cine que al verme se preguntó ¿Y este tipo, de dónde salió? Llevaba 10 años haciendo musicales y, en todo ese tiempo, nadie pensó que yo podía dar la talla en una pantalla de cine. Nunca lo busqué, no lo esperaba.
Sé que muchos actores dicen que su carrera no sigue un plan, en mi caso, si había un plan, no era éste, desde luego”, relató Evans en entrevista.
Pero lo bueno de saltar a la fama en los 30s es que realmente “sabes apreciarlo”, señaló el actor británico, quien admite que tras 10 años siendo actor de teatro, hacer una película “fue un sueño hecho una realidad”.
“Realmente agradecí mucho esa oportunidad y, años después, sigo estando muy agradecido. Y ahora, estar aquí hablando de mi primer gran papel protagonista (Drácula: La Leyenda Jamás Contada) de una película de estudio, es un gran momento en mi carrera”, afirmó un complacido Luke. (Información: Samantha Aguirre)