Washington, DC.- Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas por múltiples tiroteos durante una ola de violencia desatada en fin de semana en Chicago, la tercera mayor ciudad de Estados Unidos.
La policía culpó de gran parte de la matanza a las pandillas que proliferan en algunos de los barrios más pobres y con minorías predominantes en el oeste y sur de esta ciudad.
Vecinos oyeron múltiples tiroteos durante la noche del sábado al domingo, llegando hasta 10 en el espacio de tres horas, según la televisión CNN. Entre las víctimas hay pandilleros pero también inocentes transeúntes.
Según un recuento del diario Chicago Tribune, 70 personas fueron alcanzadas por disparos entre el viernes por la noche y la madrugada del lunes. Un niño de 11 años se encuentra entre los heridos.
La policía aseguró que en algunos casos los atacantes dispararon indiscriminadamente contra multitudes en territorios rivales.
“Los incidentes de tiroteos al azar o dirigidos en nuestras calles son completamente inaceptables”, aseguró Fred Waller, funcionario del departamento de policía de Chicago.
Chicago sufrió en 2016 su índice de muertes violentas más alto en casi 20 años, un problema que la ciudad ha reprochado regularmente al presidente estadunidense, Donald Trump.
Sin embargo, según Waller, desde el comienzo de este año, los tiroteos han disminuido en más del 30% y el número de asesinatos ha caído un 25%.
Sin embargo, el recuento oficial de homicidios de Chicago –310 antes del fin de semana– fue el más alto en el país, eclipsando al de las dos ciudades más grandes de Estados Unidos: Nueva York y Los Ángeles.
Clima
» La violencia en la ciudad del medio oeste a menudo aumenta en los meses de verano, cuando hay más personas afuera por el clima cálido.