Ciudad de México.- Infobae.- Samantha Jones no es sólo una gran amiga o una mujer divertida, comprometida con su carrera como relacionista pública y con un estilo único, sexy y atrevido. Cuando apareció en pantalla por primera vez en Sex and The City, esta cuarentona le dio una bofetada a la industria cinematográfica que casi siempre centra sus historias en las veinteañeras.
Nunca mostró vergüenza al decir su edad porque al final con ellos viene la experiencia, el autoconocimiento y la determinación para decir: “Te amo, pero me amo más a mí misma” cuando llega la hora de decir adiós al supuesto “príncipe azul”.
Pero para Kim Cattrall, la actriz británica que le dio vida en la pantalla chica, la historia era muy diferente. Con una amplia trayectoria en teatro, televisión y cine, Cattrall consideraba que durante los cuarenta debía dejar atrás a la mujer sexual y acatarse, como dicta la sociedad, a conseguir papeles que retrataran una feminidad sumisa.
Se convenció de lo contrario y ahora, con 65 años de edad, Kim continúa demostrando que la edad es sólo un número. Aunque alejada de aquel personaje irreverente de la catapultó a la fama y por el que el mundo entero la ama, lo cierto es que siempre habrá algo de Sam en ella.
UNA CARRERA FRUCTÍFERA
Kim Victoria Cattrall nació el 21 de agosto de 1956 en el seno de una familia británica establecida en la ciudad de Liverpool. Su padre, Dennis Cattrall, quien en ese entonces se dedicaba a la construcción y su madre, Gladys Shane, tomaron la decisión de mudarse a Vancouver, en Canadá, cuando la actriz tenía tan sólo algunos meses de edad.
Aunque pasó ahí los primeros años de su infancia, la familia Cattrall regresó a su país de origen después de un tiempo. Kim comenzó a interesarse por la actuación a su regreso y con tan sólo 11 años de edad, comenzó a tomar clases en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres.
No obstante, la familia de la actriz decidió mudarse de vuelta a la ciudad canadiense, en donde finalmente terminó la preparatoria en 1972. En ese entonces, Kim ya tenía claro que buscaría una vida dedicada al arte escénico y tomó la decisión de mudarse a una de las capitales más importantes en el mundo del arte: Nueva York. Tenía 16 años.
En Nueva York, Kim se matriculó en la Escuela de Artes Dramáticas, en donde había conseguido una beca. Apenas logró graduarse, la actriz británica firmó un contrato de cinco años con los estudios Universal e hizo su debut en la película de Otto Preminger, Rosebud.
A raíz de eso, la actriz se mudó a Los Ángeles y su carrera finalmente despegó. Trabajó en diversos programas de la pantalla chica, en donde demostró un talento y determinación fuera de lo común que le abrió las puertas de distintos proyectos fílmicos y para la televisión.
Protagonizó su primera cinta en 1987: Me enamoré de un maniquí, en donde interpretó a un maniquí que cobra vida una vez que su creador se enamora de ella. Cinta que a la fecha es uno de sus trabajos más recordados por el público.
La actriz británica también trabajó en la película Paisaje al cielo, interpretación que le valió una nominación a los premios Gennie, uno de los galardones más importantes en el cine canadiense, en la categoría de ‘mejor actriz’.
A lo largo de estos años en su carrera, Kim prácticamente no dejó de trabajar. Aunque no todo fue bueno, recibió diversas nominaciones a los premios Razzie, el galardón que premia las peores producciones cinematográficas de Hollywood, por su trabajo en Turk 182 y en La hoguera de las vanidades.
También trabajó en el film francés Asalto al banco de Montreal, que tuvo pocos espectadores, y participó con Kurt Russell en la película Rescate en el Barrio Chino –que no sería entendida hasta años después y que actualmente se considera una película de culto-.
Durante la década de los 90, Kim continuó su carrera también en la pantalla chica en programa como Invasión o Duckman. No obstante, a finales de milenio la actriz recibió la oportunidad que cambió su vida.
LA “AFRODITA MODERNA”: SAMANTHA JONES
En 1998 Cattrall interpretó a Samantha Jones, la coprotagonista de la serie de HBO Sexo en la Ciudad. Trabajó junto a Sarah Jessica Parker, Cynthia Nixon y Kristin Davis, quienes dieron vida a un grupo de amigas entre 30 y 40 años que demuestran que la vida trasciende a un interés romántico masculino y que el amor se esconde en las amigas y las ambiciones propias.
Sin embargo, en un inicio, Jones desestimó la oferta de interpretar al famoso personaje. Porque en ese entonces, ya con cuarenta años cumplidos, creía que su carrera quedaría encasillada a cierto tipo de papeles, como es natural que ocurra con las mujeres que trabajan en la industria.
“Realmente sentía, por la discriminación de edad -no sólo la que practicaban en mí sino la que yo me practicaba a mí misma- que no podría hacerlo. Creo que fue la sociedad diciéndome que a los 40 tienes que desacelerar, que tienes que interpretar a las mamás, a las tías… esas son las reglas”, contó Kim en una entrevista con el presentador Fredrik Skavlan.
Pero lo cierto es que son personajes como el suyo que, con los años, han abondado a la evolución de la percepción de la figura femenina en el cine y en la televisión: “Es por personajes como Samantha Jones que vemos los 40 como si apenas empezara la vida”, continuó.
A lo largo de las seis temporadas y las subsecuentes películas en que interpretó a Sam, Kim no sólo demostró con gran carisma y excelencia podía interpretarla, también encontró un tanto de enseñanza para su vida personal. Aunque siempre aclara que el famoso personaje no podría tener vida fuera de la televisión.
“Yo no soy Samantha. En algunas maneras me gustaría serlo, por el ego, por la confianza que siente en sí misma. Pero ella sólo existe en la televisión y en la imaginación de la gente. Era una Afrodita moderna. Llena de cosas positivas y de una fuerte energía sexual femenina”, expresó.
Aunque el regreso de la famosa serie se anunció este año, lo cierto es que Kim está lejos de regresar a interpretar a Samantha. Las polémicas, bien conocidas, circulan respecto a su mala relación con la protagonista de la serie, Sarah Jessica Parker.
Si bien Kim decidió despedirse del personaje, lo cierto es que a los 65 años de edad esta actriz británica todavía conserva la vitalidad que tan característicamente inyecta a sus personajes.