Guanajuato Gto. Por: Christian Allen.- Esta semana vi una serie de videos en tiktok que tienen millones de reproducciones y solo por entretenimiento, ocio y fantasía, les compartiré dicha info.
Ya sé que muchos de mis lectores son amantes de las teorías conspirativas, no les miento, igual yo. Creo en todo lo que dicen que existe, desde ovnis, brujas, sirenas, duendes, y demás.
Este articulo justo aborda el tema de las sirenas y la supuesta relación que tuvieron con uno de los ídolos de la época del cine de oro en México.
Un hombre que durante su última vida nació bajo el signo de Leo y claro que le hizo honor a ese signo del zodiaco, al brillar y seguir brillando, aún en nuestros días. Se trata de Mario Moreno “Cantinflas”. (Leo es un signo regido por el Sol, por lo cual, destacar por sobre los demás, es parte de su esencia)
Pues este carismático, querido, admirado y recordado actor, de acuerdo a información revelada por Carlos Name, tuvo un amor inmenso, una obsesión, e incluso mandó construir una alberca en su mansión de Acapulco para albergar a las “sirenas”, o como pidieron que les llamarán por, allá en la década de los 60s, simplemente “LOS PECES”.
Bueno pues de acuerdo a lo dicho por Carlos Name, las autoridades de la época, vecinos, amigos, invitados a ese lugar, fueron testigos de la existencia, presencia y compañía de las sirenas.
Supuestamente en la década de los 50’s el actor compró una gran mansión junto a la bahía de Acapulco en el exclusivo fraccionamiento de “Las brisas”, todo porque le informaron que en esa zona del mar vivían… sirenas.
Dicen que lo que este hombre quería, era tener un romance con alguno de estos seres. Su fantasía era tan profunda que incluso llegó a obsesionarse.
Fue el empresario Carlos Lorenzo Hernández, quien le dijo a Cantinflas que toda la elite y los políticos sabían que esa propiedad estaba marcada como “Hitsun Sirenai”, que, en los mapas antiguos del mundo, los piratas señalaban estas zonas con esa frase, para indicar que en esa zona del mar había sirenas y evitar la navegación por esos lugares.
La indicación de construcción y decoración del lugar era precisa, la mansión tenía que tener una estatua de Mario Moreno, mirando hacia el océano con decoración Marina.
Incluso, de acuerdo a lo informado, se dice que la actriz Silvia Pinal, que en paz descanse, conocía sobre las extrañas fiestas que se realizaban ahí, donde los y las invitadas especiales eran las sirenas.
En la mansión hoy se pueden encontrar cosas inquietantes como albercas subterráneas y jaulas donde supuestamente Cantinflas las tenía.
“Mis papás fueron muy felices en las brisas, se vivía muy bien, todos los vecinos eran amigos, todos eran cuates, todos se conocían. Pero todo cambió en el 57, cuando perdió la vida un niño en el mar, y un mozo de la familia Urquiza fue el que dijo como vio a los peces “las sirenas”, golpeando al niño con las colas, incluso un inocente fue el que pagó los platos rotos y lo encarcelaron. Mis papás decían que el canto de los peces era muy molesto, que a veces llegaba a lastimar”, dijo el relato de un hijo de una familia que vivió en esa zona de Acapulco por aquellos años.
Hoy en día la mansión se encuentra en el olvido, pero esto no termina acá, pues tenemos otro testimonio.
“Yo crecí en la calle donde estaba la casa de Cantinflas, nos separaban cinco casas y todos los chavitos que vivíamos ahí nos tirábamos clavados de los muelles al mar, era la diversión en la época, pero siempre nos decían que si mirábamos a alguien pidiendo ayuda en el mar, que lo ignoráramos y no nos acercáramos pues eran los peces estos que gritaban como mujeres y fingían necesitar ayuda para engañar y una vez estar cerca, hundirte y agarrarte a coletazos”
“Yo tenía 14 años cuando vi a uno de esos peces en una jaula, mi papá era como tesorero de jefe de manzana y una ocasión los vecinos se quejaron de que Cantinflas tiraba carne cruda al mar y eso tenía sangre. Entonces yo acompañé a mi papá para que hablará con él y ya todo mundo sabía de los peces, no era ningún secreto”.
“Pasamos a la casa y en una como bodega tenía una de estas criaturas. Eran horribles median como 1.80, tenían una carita humana, pero sin pelo, con una nariz chiquitita y ojos de pescado, la piel era como de un verde sucio, tenían brazos, manos llenos de escamas, muy feo, cuando me vio empezó a cantar y se azotaba contra la reja el animal, ahí no nos molestaba el canto, porque era un solo pez, pero cuando todos estaban juntos, ese sonido eran lo peor para los oídos”
“No son hermosas, ni mágicas, son peces con cola de sirena y la parte superior de una persona con escamas muy feas, que no hablan, gritan y nadan muy rápido, peros son agresivos”, dijo.
Este segundo testimonial también habló de la muerte del niño antes mencionado, en el cual Cantinflas ayudó a capturar a varias criaturas de esa manada y se las llevaron lejos de esa bahía.
Se dice que era tanta la obsesión de Cantinflas que, ante la insistencia de los vecinos de simplemente disparar y cazar a esas cosas, él mismo buscó, junto a biólogos marinos tanques de agua para que pudieran existir sin molestar a nadie y vivir cerca de él.
Estos avistamientos y cuentos dichos, supuestamente ocurrieron de los años 1957 a 1967.
Las autoridades en Acapulco sabían de esto y pidieron a los vecinos no llamarles “sirenas”, sino llamarlos simplemente como “los peces”, para evitar que la historia llegara a la prensa.
Un doctor de la época, describió a estos seres como: “humanoides con una impresionante capacidad pulmonar y posiblemente un sistema respiratorio dual, lo cual les da el poder de respirar tanto dentro como fuera del mar, así mismo un sistema renal y digestivo, optimizados para soportar ayunos prolongados de hasta siete días, ósea, una semana entera sin probar alimento.
Emiten sonidos agudos en secuencias repetitivas entendidas o similares a un idioma o su forma de comunicación.
Bueno por si les interesa ver las supuestas imágenes, vayan a tiktok a ver las fotos enviadas al influencer, donde muestra evidencia de las siernas o los peces, que fueron parte de la vida de Mario Moreno “Cantinflas”.
Un dato añadido, el último avistamiento de estos peces en aquella bahía fue en la década de 1980.
HASTA AQUÍ MI REPORTE Y GRACIAS POR LEER, NOS ESCRIBIMOS PRONTO.