Ciudad de México.- Este 12 de septiembre se celebra el Día Internacional contra la Migraña, para apoyar a las personas que viven con ella y comprender a qué se enfrentan cada día.

La migraña afecta a cualquier persona, incluso puede presentarse en niños y adolescentes, aunque es más frecuente en las mujeres.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ocupa el tercer dolor que más afecta a los seres humanos y una de las 20 enfermedades más debilitantes y discapacitantes.

La migraña se presenta generalmente con dolor en el lado izquierdo o derecho de la cabeza, y puede alternar las molestias o incluso ser bilateral con hipersensibilidad en el cuero cabelludo, hormigueo, o entumecimiento de la cara.

Puede estar acompañada por nauseas, puntos brillantes o puntos negros en la vista, visión borrosa, molestia exagerada por los ruidos (fonofobia), cambio de ánimo, hipersensibilidad a la luz, entre otras molestias.

«La OMS reconoce que los dolores de cabeza no son percibidos por la sociedad como un problema ‘serio’, debido a que suelen darse de forma intermitente, no causan la muerte y no son contagiosos», detalla la BBC, sin embargo siempre deben ser diagnosticados, sobre todo cuando no se presentan como síntomas de otras enfermedades, ya que pueden “anunciar” algún problema mayor.

Aunque no se conoce bien que la origina, se cree que tiene relación con el sistema vascular cerebral y que se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo».

«El nervio trigémino se encuentra en el cerebro y transmite sensibilidad a la cabeza. Una de las ramas de este nervio conecta con los vasos sanguíneos de las meninges, tejido que recubre el cerebro. En ocasiones, las meninges se inflaman provocando una sensación de dolor que es transmitida al cerebro a través del trigémino y, por tanto, provoca el dolor de cabeza y la migraña.

Generalmente empieza entre los 10 y 30 años de edad y a veces desaparece después de los 50 años. La migraña puede ser identificada por al menos uno de los factores que se presentan durante la crisis.

Los ataques de migraña también pueden desencadenarse por cualquiera de las siguientes razones:

Abstinencia de cafeína
Cambios en los niveles hormonales durante el ciclo menstrual de las mujeres o con el uso de píldoras anticonceptivas
Cambios en los patrones del sueño
Tomar alcohol
Ejercicio u otro estrés físico
Ruidos fuertes o luces brillantes
Pasar por alto comidas
Olores y perfumes
Fumar o exposición al humo
Estrés y ansiedad
Ciertos alimentos pueden desencadenar migrañas. Los más comunes son:

Chocolate
Productos lácteos, especialmente ciertos quesos
Productos con glutamato monosódico (GMS)
Alimentos que contienen tiramina como el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, los hígados de pollo, los higos, algunas legumbres
Frutas (aguacate, banano, frutos cítricos)
Carnes que contengan nitratos (como el tocino, los perros calientes o hot dogs, el salami, las carnes curadas)
Cebollas
Maní y otras nueces y semillas
Alimentos procesados, fermentados, adobados o marinados
Las verdaderas migrañas no son el resultado de un tumor cerebral ni otro problema de salud serio sin embargo son muy molestas y discapacitantes. Sus efectos pueden calmarse con medicamentos recomendados por un médico, reposo generalmente en un cuarto oscuro y el tiempo, ya que las crisis duran a veces varios minutos y tal y como apareció, desaparece.

Es un problema que puede ser hereditario. Lo importante es acudir al médico, hacer caso de su presencia, no automedicarse y ayudar y comprender a las personas que la padecen. (Información: La Cronica de Hoy)

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