Celaya Gto. Por Redacción.- Cállense que les cuentooo. Pues resulta que el otro día tuve que pedir un servicio de uber porque mi coche estaba en el servicio, y ya saben la verdad es que soy de los que sacan platica a todos y por todo.

Creo que una de los trabajos más interesantes del mundo son los que tienen que ver con el contacto con la gente, los servicios o cuando tienes la oportunidad de conocer la vida de muchas personas, y es que el mundo está lleno de personalidades interesantes.

Pues resulta que me tocó conocer a Beto, que tiene 12 años siendo conductor de plataformas de transporte, y con él hablamos de algo que pasa desde que el mundo es mundo.

LA INFIDELIDAD en las relaciones.

Él me contó solo dos de muchas historias de infidelidad que ha visto. Obvio yo le pregunté “cuéntame cosas de gente infiel” jaja.

Y me contestó: “Uy no compadre esas abundan, hay te van dos: Pues una vez me tocó recoger a una señora que trabaja en el Elektra que está ahí en la avenida doce de octubre, pues me pidieron un servicio, yo llegué y se subió la pareja, pero luego luego detecté que era una relación tipo 40 y 20, pues ella tenía entre unos 40 y 45 y el chavo máximo 30 años, se llevaban sus añitos, entonces pues iban allá sentados atrás pero beso y beso, y hablando de planes que tenían para el fin de semana”

“Igual siguió el viaje y tenía dos paradas marcadas, tenía que dejar primero al chavo, entonces él se bajó por el centro, pero la señora se siguió yo me supuse que, a su casa, pero llegamos a otro punto allá por la central de camiones, pues resulta que llega con su esposo que estaba con dos niños y lo primero que le dijo fue: “ya llegué amor, como están los niños” y yo pensé chale, pero pues cada quien, uno no es nadie para juzgar”.

De ahí pasamos a la segunda historia. Donde una chavita de menos de 22 años, con un novio lindo de la misma edad, prefirió la aventura con un “chacalon”.

“En está sí sentí feo, pues igual, dos chavos salieron de un bar en la alameda y pues todo bien, el chavo que iba con su novia cuando se bajó me dijo, carnal te la encargo mucho, cuando él se tuvo que bajar en su destino y yo le dije, claro que sí”.

“Total seguí el viaje y la morra me empezó a sacar platica y me dijo que, si se podía cruzar para el asiento de adelante, le dije que sí, pero me empezó a decir que le hiciera un favor, que tenía que llegar a casa porque su novio había pedido el servicio y estaba al pendiente de que llegará bien, pero que si yo le podía hacer otro viaje, cuando terminará el viaje en su destino, y le dije que sí”.

“Pues resultó que me dijo que la llevara al Diamante, (para quien no es de Celaya, este es un motel muy conocido ubicado al norponiente de la ciudad).

“Pues ahí afuera, parado, ni siquiera en coche, la estaba esperando un vato que se veía bien gandalla, todo chakalon, y ahí sí pensé, pobre de mi cuate, como se ve que a mucha gente le gusta la mala vida, en esa sí sentí feo por mi compa”, relató.

Y bueno hasta aquí con el relato, y como siempre lo he dicho, la comunicación siempre salvará todo, pero al parecer estas historias no fácilmente dejarán de ocurrir. Y ustedes ¿qué opinan?