Estados Unidos.- Nadie duda sobre la relevancia de Isaac Newton en el desarollo del pensamiento matemático y la física. Incluso cuando en su tiempo sus teorías fueron consideradas “oscuras”, hizo grandes esfuerzos por hallar un explicación natural a los fenómenos que describía, para concluir que “sólo eran voluntad de Dios”.
Éste es uno de los argumentos del catedrático de la Universidad de Maryland, Robert Nelson, para explicar la existencia de Dios a través de las matemáticas.
En un artículo publicado en The Conversation, el profesor de Política Pública cita a los clásicos de las matemáticas como Newton o Einstein, así como a varios pensadores contemporáneos para argumentar por qué Dios muy probablemente existe.
El experto, formado originalmente en Economía, cita al Premio Nobel de Física Eugene Wigner, quien escribió que “la enorme utilidad de las matemáticas en las ciencias naturales es algo que toca los límites del misterio y no hay una explicación racional para ello”.
Es decir, “se necesita la existencia de una especie de Dios para comprender los fundamentos matemáticos del Universo“, asegura Nelson.
Nelson explica que hay un elemento humano que, según él, no dejaría dudas a la existencia de una fuerza sobrenatural: la conciencia humana.
“¿Cómo pueden los átomos y las moléculas físicas, por ejemplo, crear algo que existe en un dominio independiente y que no tiene presencia física, como es la conciencia humana? El funcionamiento de la conciencia humana es milagroso“, explica el universitario.
Nelson señala que nuestros pensamientos no físicos, de manera misteriosa guían las acciones de nuestro cuerpo humano: “Yo diría que el carácter sobrenatural del funcionamiento de la conciencia humana añade motivos para aumentar la probabilidad de la existencia de un Dios sobrenatural“.
“Que la esencia cristiana, como se presentó fuera del judaísmo, haya mostrado tanta energía de manera que aún permanece en medio de los extraordinarios y radicales cambios políticos, económicos, intelectuales y otros de la época moderna, es otra razón por la que pienso que la existencia de un Dios es muy probable“, finaliza el autor.