Ciudad de México. Fuente: Infobae.- La comunidad LGTBIQ en Europa se esconde menos que nunca y la discriminación social se va reduciendo, aunque sea de forma lenta y se mantenga aún en un nivel “alto”. Pero este tímido avance choca con unos niveles de acoso, bullying y actos de violencia contra estas personas que, según una extensa encuesta de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA, por sus siglas en inglés), está alcanzando nuevas y preocupantes cotas.

“Ser abiertamente LGTBIQ en Europa no debería ser una lucha. Aunque vemos señales de avance, el bullying [acoso escolar], acoso y la violencia siguen siendo amenazas constantes”, advierte la directora de la FRA, Sirpa Rautio, al presentar el informe, uno de los más amplios del mundo, realizado tras una encuesta a más de 100.000 personas LGTBIQ mayores de 15 años de los 27 Estados de la UE, además de Albania, Macedonia del Norte y Serbia.

La encuesta de la FRA es la primera realizada desde 2019 y la tercera en total, tras un primer estudio en 2012. Unos años que permiten una comparativa extensa en los avances —y retrocesos— de los derechos de la comunidad LGTBIQ. Revela a la par las paradojas de una sociedad en la que estas personas cada vez son más abiertas respecto a su orientación sexual —el 52% de los encuestados en 2023, frente al 46% cinco años antes—, pero que todavía tienen miedo a vivirla libremente. Hasta el 54% evita hasta hoy gestos tan habituales en parejas como ir de la mano en público, por temor a ser atacados (frente al 61% en 2019), y el 30% incluso evita determinados lugares, una cifra que apenas ha variado desde el último sondeo, destaca el informe.

El temor de esta comunidad es lógico: “Más gente LGTBIQ afronta en 2023 acoso diario que en 2019″, advierte el informe, según el cual el 55% de los encuestados dijeron haber sufrido acoso motivado por odio en el año previo al sondeo, frente al 37% del último estudio.

También ha aumentado la violencia contra esta comunidad, de la que un 14% dice haber sido atacada física o sexualmente en los últimos cinco años, frente al 11% de 2019.

De igual modo crece “agudamente” el acoso escolar, que ahora dicen sufrir el 67% de las personas LGTBIQ en los colegios, frente al 46% cinco años atrás. Un dato especialmente llamativo cuando el estudio al mismo tiempo reconoce que las escuelas “tratan de forma más positiva y proactiva” cuestiones LGTBIQ, y que los jóvenes se sienten “más apoyados por sus profesores y compañeros”.

Las personas trans e intersexo, las más vulnerables

Las cotas de acoso se disparan en el caso de las personas intersexo y trans, en general las más discriminadas y castigadas en toda Europa: el 77% de las mujeres trans, el 72% de los hombres trans, el 66% de las personas no binarias, el 62% de las pansexuales y el 67% de las intersexo dijeron haber sido acosadas por ser LGTBIQ. Estas personas son también las que más violencia sufren y las más proclives a tener problemas de salud mental y pensamientos suicidas. Son de igual manera las que más posibilidades tienen de padecer sinhogarismo y tienen más problemas para acceder a cuidados médicos, unos desafíos que también sufren las personas LGTBIQ con discapacidades, de menores recursos económicos o que pertenecen a grupos étnicos, raciales u otras minorías.

En general, la comunidad LGTBIQ no está conforme con la forma en que sus gobiernos combaten el prejuicio y la intolerancia: solo el 26% cree que los responsables de su país actúan de forma adecuada, una cifra menor que hace cinco años (30%). Las mayores caídas de confianza se dan en Malta, Luxemburgo e Irlanda.

España: más respaldo gubernamental, pero más violencia social

España es, en este sentido, un caso particular: el 58% de los encuestados considera que el Gobierno nacional combate de manera eficiente los prejuicios y la intolerancia contra la comunidad LGTBIQ, una cifra que más que duplica la media en la UE.

Pese a ello, la situación de las personas LGTBIQ en España ha empeorado: el 75% dice que la violencia contra esta comunidad ha crecido, bastante por encima de la media europea (59%). De igual manera, el 66% considera que los prejuicios y la intolerancia han aumentado en España en los últimos cinco años, un sentir que en el resto de la UE se sitúa en 53%.

El estudio de la FRA se conoce en vísperas de la Jornada internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia, que la Comisión Europea celebrará este 17 de mayo. “Nuestro objetivo es hacer de la UE un espacio seguro donde cada cual sea libre de ser uno mismo y de amar a quien quiera”, ha declarado al respecto la comisaria de Igualdad, Helena Dalli. “Para garantizar una Unión de la igualdad, debemos vigilar que las sociedades sean acogedoras e incluyentes”, ha agregado. “No podemos bajar la guardia ni dejar de trabajar para que ninguna persona se sienta amenazada por ser como es o por quien ama”, ha coincidido la vicepresidenta responsable de Valores y Transparencia, Vera Jourová.

Para lograr esas metas, la FRA propone varias acciones a los gobiernos: les insta a implementar una “cultura de tolerancia cero frente a la violencia y acoso de la comunidad LGTBIQ”, que implica, entre otros, invertir en un mejor entrenamiento policial para que reconozcan e investiguen mejor los crímenes de odio contra esta comunidad. Los responsables nacionales también deberían implementar todas las leyes contra discriminación en todas las áreas, combatir las campañas de ciberacoso y desinformación contra la gente LGTBIQ, garantizar el acceso de esta comunidad a los cuidados médicos y, sobre todo, hacer de las escuelas “entornos seguros y de apoyo para todos los niños”.

“Es hora de actuar de manera decisiva y construir sobre los avances ya logrados, para que todos en la UE sean tratados de manera igual y puedan vivir con respeto y dignidad”, reclama la directora de FRA.

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