Ciudad de México.- El centroamericano miembro de la caravana migrante perdió a uno de sus hijos desde el lunes, cuando salieron de Tapachula, y aún no lo localiza.
Oscar Almicar dijo que realiza la caminata porque asesinaron a su esposa en Honduras.
El migrante relató que su hijo acompañó a otro muchacho a los baños. Cuando inició la marcha la caravana el hombre se confió y pensó que su hijo avanzaba con su compañero. Comenzó a buscarlo y no lo encontró.
El padre no cuenta una foto con cual poder difundir la imagen de su hijo, viaja únicamente con una bolsa con documentos en los que constata que los niños son huérfanos.
El hijo extraviado tiene 10 años. Viste una playera morada.
Su otro hijo tiene 13 años.
Manuelita, una mujer chiapaneca que vive en Huixtla, ayuda a miembro de la caravana migrante que perdió a su hijo en Tapachula.
La mujer intentó comunicarse vía telefónica con la familia de Oscar Almicar López Rosas, quien perdió a su hijo. Agregó que ya se levantaron denuncias por desaparición del pequeño.
“Él no cuenta con teléfono ni Facebook ni domicilio, pero se intenta localizar a familiares en Honduras para que proporcionen una fotografía del extraviado”.
La caravana migrante está compuesta de más de 7 mil personas, con una población de 2,500 niños.
La caravana migrante avanza hacia Estados Unidos. Más de cinco mil personas salieron de Tapachula, Chiapas, y caminaron cerca de ocho horas para llegar a Huixtla 42 kilómetros de carretera a más de 35 grados, enfrentando todos los riesgos.
Algunos comenzaron a caminar sin saber a dónde iban. Otros tienen muy claro que entrarán a Estados Unidos.
En todos los poblados hubo ayuda para los migrantes. No faltó comida, agua ni ropa.
Miriam Fuentes tiene 26 años y viaja sola con sus tres hijos de nueve, ocho y cuatro años. Dice que durante el trayecto no lo ha faltado nada.
Lamenta haber salido huyendo de su país.