Ciudad de México. Fuente: unotv.- Marcelo Ebrard, secretario de Economía, advirtió que la imposición de aranceles del 25% anunciada por Donald Trump sería un “tiro en el pie” para Estados Unidos, debido a las graves consecuencias económicas que tendría tanto para el país vecino como para México.
Según sus estimaciones, se perderían alrededor de 400 mil empleos en Estados Unidos, especialmente en la industria automotriz y de autopartes, y los consumidores se verían fuertemente afectados por el incremento de precios.
“Cuando Trump dice que va a poner un arancel, lo que realmente está diciendo es que va a imponer un impuesto a las empresas más importantes de Estados Unidos”, afirmó Ebrard.
Entre las empresas afectadas mencionó a General Motors, Ford y Stellantis, que forman parte de un conglomerado empresarial estrechamente integrado entre ambos países.
“Estamos muy integrados. Traemos cosas de Estados Unidos, otras las tenemos aquí… Este impuesto afectaría directamente a ese complejo empresarial tan importante”, explicó.
Lecciones del pasado: el caso Nixon en 1971
Ebrard recordó el antecedente de 1971, cuando el presidente Richard Nixon impuso un arancel del 10% a las importaciones en un intento de modificar políticas cambiarias internacionales.
Aunque la medida duró solo cuatro meses, provocó aumentos importantes en los precios y costos significativos para los consumidores estadounidenses.
Impacto directo: empleos y precios
El secretario detalló que, de implementarse los aranceles, el costo para los consumidores sería significativo.
“El 88% de las pick-ups que se venden en Estados Unidos se producen en México, y con esta medida podrían subir hasta 3 mil dólares por unidad. Es un impuesto que, al final, lo paga el consumidor”, afirmó.
Además, indicó que estas decisiones golpearían a las principales empresas automotrices de Estados Unidos.
“Equivale a duplicar el impuesto sobre utilidades. El impacto es enorme. Estamos convencidos de que, al final, estos impuestos van a afectar a los consumidores de Estados Unidos y a las propias empresas”, comentó.
Una relación de nunca acabar
Ebrard también alertó que una imposición de aranceles podría desencadenar una serie de represalias comerciales entre los tres socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Si nos ponen una tarifa, nosotros pondremos otra. Canadá también lo haría, y eso nos llevaría a una relación de nunca acabar”, señaló.
En su lugar, México propone una alternativa: “Nuestra propuesta es construir estabilidad regional, prosperidad compartida y aumentar la competitividad global. Este debe ser el objetivo de los tres países, no un conflicto ni una división”, enfatizó.
Apoyo y fortalecimiento de alianzas
Desde el anuncio de los aranceles, diversas empresas de la industria automotriz y de otros sectores han expresado su respaldo a la postura mexicana.
“Muchas empresas e industrias, incluidas ramas financieras, nos han contactado para apoyar nuestra propuesta. Hay una importante aceptación”, aseguró Ebrard.
El secretario concluyó señalando que México está acelerando sus negociaciones con la Unión Europea para modernizar los acuerdos comerciales, además de buscar fortalecer relaciones con países como Brasil. “Es momento de cooperar, no de dividir. Una relación sólida y competitiva es clave para la prosperidad compartida de los tres países que conforman América del Norte”, finalizó.