Celaya, Gto.- Hablar del primer año de resultados en el DIF, más que cifras es hablar de acciones a favor de personas que tenían una historia de indiferencia y rezago, pero que hoy tienen una gota de esperanza en su corazón.

Desde que la señora Dolores Ramírez asumió la presidencia del Patronato del DIF, la dependencia, dedicada a atender a los más vulnerables se robusteció, no sólo en recursos sino en actitud porque dio una indicación: “Atender a todas las personas que se acercan con empatía y con el mayor esfuerzo”.

“Si estamos aquí, sí fuimos afortunados, y es un gran privilegio poder estar en esta aposición tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos, me he dado cuenta que se pueden hacer muchas cosas, y si uno está consciente de ese momento histórico que te toca vivir entonces podemos hacer muchas cosas”.

Y es que durante la campaña en la que acompañó al alcalde Ramón Lemus, la señora Lolita tuvo un punto de quiebre: el día en que una mujer recién golpeada se presentó en el mitín y la invitó a su casa a enfrentar a su golpeador.

Entonces Lolita, en esa colonia de alta marginación, de alta vulnerabilidad, entre grupos de jóvenes consumiendo droga, se preguntó: “Somos o no somos”, y emprendió el camino a la casa de la mujer, no midió el peligro, sólo la importancia de escuchar a alguien que la necesitaba.

“Todas las mujeres estaban alegres echando porras, ella tenía una cara muy triste, y cuando me acerqué a ella le vi la cara muy roja, la nariz muy hinchada, y empezó a llorar, dijo me acaba de pegar mi marido. Ella me agarra de la mano y me dice quiere ir a hablar con él, en ese momento dije o eres o no eres, el barrio era caramba en donde estábamos, chavos drogándose, tres grupos, llegamos y la colonia muy pobre, calle con hoyos, era una casa de carrizos, plásticos, cartones”.

“En ese momento me fui por inercia, entramos hasta su casa sin una estrategia, sin medir las consecuencias”.

Uno de los trabajos más intensos que ha realizado en este año es precisamente implementar acciones para recomponer el trabajo social.

Con apoyo y sumando acciones de dependencias del gobierno municipal, con la gente del DIF, y con una antropóloga social, diseñaron una estrategia para poder ingresar a zonas de alta vulnerabilidad.

“Esto es entrar a trabajar, con mucha inteligencia, sensibilidad, con muchos ojos abiertos, con los oídos bien abiertos y ver lo que vamos a hacer y eso me ha hecho estar aquí buscando ayuda, tuvimos la suerte de que fuimos beneficiados con casi el doble del presupuesto, es dinero que tenemos que eficientarlo”.

“En la campaña nos íbamos dando cuenta cuánto había qué hacer, cuántas necesidades había, y no había de otra, sabemos cuánto se necesita ahora vamos a ver cómo rendimos, cómo hacemos rendir el dinero, cómo apoyamos más.

“Hemos regresado a lugares muy complicados, pero hemos regresado ya con método, ya con una investigación seria hecha por profesionales, hemos regresado a hacer un diagnóstico a partir de las necesidades particulares de esa pequeña célula de Celaya que se encuentra adolorida, y nos vamos a poner a trabajar ya empezamos”.

“Vamos a entrar a trabajar a partir del ámbito educativo y de ahí va a radiar a madres de familia, adolescentes y a la juventud creo que nosotros no le vamos a entrar vamos a estar con la niñez y madres de familia. Necesitamos saber qué necesitan y cómo llevarles la ayuda, por eso el diagnóstico es muy importante”.

En esas colonias de alta marginalidad, donde la presencia de la droga es más común que la comida, en donde los niños de secundaria parecen niños de primaria porque su desnutrición los marca, Lolita señala que no aceptan que tengan un futuro incierto, negativo.

“Estas personas tienen una gran potencialidad, son personas, primero tenemos que reconocerlos como personas porque sienten, sufren, tienen sueños y tienen mucho dolor, son gente que ha estado adolorida casi desde que nació, son niños que parecería que está su destino escrito y no, no tiene porqué ser así. Con todo ello sí se pueden hacer cosas, claro que si vamos a poder porque era tan grave lo que estaba pasando desde los chiquitos”.

En estas zonas marginadas, una de ellas Pedro María Anaya, Patria Nueva y las Huertas, ya se han sumado asociaciones a trabajar.

Ahí de inmediato el DIF gestionó un comedor comunitario que permite a los niños y mujeres embarazadas tener una mejor alimentación.

“Si no están bien alimentados los niños, los jóvenes, los adolescentes, qué puedes hacer. Y tenemos ya abiertos 9 comedores comunitarios es de nuestros grandes logros saber que estamos alimentando mil 600 niños diario”.

Los comedores comunitarios operan con apoyo del DIF Estatal que aporta los insumos secos, DIF municipal aporta los insumos húmedos, y cobran 3 a 8 pesos cada desayuno y en casos de alta vulnerabilidad se les beca. Atiende a niños, adolescentes, madres lactando o familias de escasos recursos a todos sus integrantes.

Pero la Presidenta del DIF Celaya no se quedó ahí, sus gestiones llevaron a que hoy día los comedores comunitarios tengan todos los días frutas y verduras frescas y huevo o pollo.

“De la Central de Abastos y su extensión nos mandan de verdad fruta, verdura bien buena, en algunas ocasiones mandan grano como frijol, lenteja, arroz. Y Bachoco es de diez, con la carrera nos dio 360 mil pesos, nosotros no lo operamos, les decimos en dónde lo empleen y nos ayudaron a dar mantenimiento y rehabilitación a 9 comedores comunitarios”.

Bachoco no sólo se comprometió a realizar cada año una carrera para reunir fondos por la alimentación sino que todos los días aporta el huevo y el pollo.

“Diario nos da huevo y pollo, los niños diario comen si no es huevo es pollo y eso también ha sido gracias a que mucha gente se ha unido en comedores comunitarios”.

Para Lolita uno de los temas más hirientes es la violencia intrafamiliar, en campaña visitó varias colonias t comunidades donde convivió de cerca con mujeres agredidas, por eso resalta que uno de los logras más grandes es la aprobación para operar en San Juan de la Vega un nuevo Centro Multidisciplinario de Atención Para la Atención Integral de la Violencia (CEMAIV).

“El nuevo CEMAIV es de verdad de gran impacto, lo tendremos en San Juan de la Vega donde se manejan índices altos de violencia, tenemos ahí un predio propiedad del municipio donde estamos construyendo y son 23 comunidades que van a poder ir a denunciar abusos de niños, adolescentes, mujeres, hombres, adultos mayores, de todos, ahí van a poder recibir atención”.

La Presidenta del Patronato del DIF explicó que no es fácil obtener una autorización para un CEMAIV pues Gobierno del Estado debe aprobarlo y otorgar un apoyo económico a quienes trabajarán ahí.

Y algo que se activó sin precedente fue el área de Trabajo Social, y de Vinculación Ciudadana donde reciben de la gente solicitudes de apoyo y tramitan los beneficios.

Un caso que recuerda la señora Lolita, es el de una jovencita que con una coordinación importante con otras dependencias pudieron tramitarle un apoyo para colocarle una prótesis de ojo y cambiarle la vida.

“Me escribió una carta que decía me mando millones de gracias, pero yo creo que eran millones de alegría las que sentía, imagínate toda la vida sentirse avergonzada, taparse la cara con el cabello y ahora poder sonreír de toda esa alegría que siente”.

También en un hecho sin precedentes, el DIF se encargó se recoger de las calles a personas con daño mental que fueron canalizados a un psiquiátrico en León, donde pagan alimentos, medicamentos, ropa, entre otros.

Una reforma importante que gestionó Lolita para los 23 niños que acuden a sus instalaciones en la colonia Latinoamericana, mediante el programa “Acciones a Favor de la Infancia”, fue la obtención recursos por más de 160 mil pesos para la instalación de un gimnasio.

Para atender de forma digna a las personas que asisten al DIF mejoraron las instalaciones y si eso fuera poco, ya está casi listo el proyecto ejecutivo de lo que será el nuevo edificio de esta dependencia que contará con un gran espacio que unirá en un solo espacio a todas sus áreas de trabajo.

El reto para los dos años que quedan…

“Este año fue el arranque, los que siguen aún serán con más compromiso, ya supimos cómo hacerle, ahora a chambearle más.

Hace poquito nos reunimos y yo les decía: -muchachos ya sabemos que podemos hacer más y no hay de otra, Celaya está creciendo a pasos agigantados y como crece la población crecen los problemas, y sí podemos hacerlo, ya nos dimos cuenta”.

“Yo les digo mucho hay que estar felices, de que tenemos trabajo, de que podemos servir y ayudar a la gente que nos necesita, y sobre todo que traten a la gente como les gustaría que los traten si les pasara algo”.

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