Nueva York, NY.- Nueva York conmemora el 15 aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 más fuerte, y más diversa que nunca, pese a que tiene grabada con fuego esta nefasta fecha.
Aquellos atentados perpetrados por Al Qaeda, los primeros en territorio estadunidense en casi 200 años, quebraron la sensación de seguridad y lanzaron a occidente a una guerra que se libra hasta hoy en día.
Más de 2 mil 750 personas murieron en aquella jornada cuando el grupo liderado por Osama bin Laden estrelló dos de los cuatro aviones comerciales que secuestró contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, símbolo del poder financiero y la confianza de una nación.
Sólo se identificaron los restos de mil 640 personas. Otras 75 mil viven con trastornos mentales y físicos como resultado de los atentados, muchos de ellos trabajadores de emergencia que respiraron las toxinas cancerígenas mientras intentaban salvar vidas.
En los últimos 15 años, Nueva York ha buscado un equilibrio entre recordar a las víctimas de la matanza y regenerarse.
‘No podemos rendirnos’
El presidente Barack Obama urgió ayer a los estadunidenses a permanecer unidos ante la amenaza terrorista, previo al aniversario de los atentados que impactaron en Nueva York, Washington y Pensilvania.
Es importante “la forma en que respondemos al terrorismo”, dijo el Mandatario.
“No podemos rendirnos ante aquellos que nos quieren dividir. No podemos reaccionar de formas que erosionen el tejido de nuestra sociedad”, agregó.
“Porque es nuestra diversidad, como acogemos a todos los talentos, la forma en que tratamos justamente a todos sin importar su raza, género, etnia o credo, es parte de lo que nos hace grandes como país. Eso es lo que nos hace fuertes”.
‘Serán destruidos’
Evocando uno de los días “más negros de la historia de nuestra nación”, Obama señaló que muchas cosas han cambiado desde aquellos atentados.
“Impartimos justicia a Osama bin Laden (líder de Al Qaeda). Fortalecimos nuestra seguridad interior. Hemos prevenido ataques. Hemos salvado vidas”.
Pero al mismo tiempo, agregó, en referencia a los ataques de Boston, San Bernardino, California y Orlando, Florida, la amenaza terrorista ha evolucionado.
“En Afganistán, Irak, Siria y donde sea, seguiremos incansables (la lucha) contra terroristas como Al Qaeda y Estado Islámico, enemigo prioritario.
“Los destruiremos. Y seguiremos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para proteger nuestro territorio”, finalizó el Mandatario estadunidense.
Enemigo en el aire
Después de la caída de las Torres Gemelas una capa de polvo cubrió Manhattan. Los neoyorquinos tuvieron que respirar partículas carcinogénicas con residuos químicos (asbestos, fibra de vidrio, mercurio, entre otros).
El Consejo de Defensa de los Recursos Naturales calculó que entre 300 y 400 toneladas de fibra de asbesto fueron utilizadas para construir el WTC.
Una semana después de los atentados la Agencia de Protección Ambiental aseguró al público que su salud no corría riesgo debido al polvo. La realidad dictaba otra cosa.
Pero en 2002, el especialista en enfermedades del pulmón David Prezant acuñó el término “tos del World Trade Center” luego de que varios bomberos y rescatistas desarrollaran enfermedades respiratorias crónicas.
Del 2001 al 2004 el Gobierno federal estableció el Fondo de Compensación para las Víctimas que resultaron heridas o muertas por los ataques terroristas.
Dos años después, las autoridades añadieron 50 tipos diferentes de cáncer elegibles para ser compensadas.
El Programa de Salud del WTC, sin embargo, expiró el año pasado y el Fondo de Compensación para las Víctimas lo hará en octubre de este año, salvo que el Congreso decida inyectarle más dinero.
Mexicanos entre escombros
De México, en el Memorial inaugurado en 2011 quedaron inscritos los nombres de Antonio Meléndez, Antonio Javier Álvarez y Leobardo López Pascual, de Puebla, así como Juan Ortega Campos, de Morelos, y Martín Morales Zempoaltécatl, de Tlaxcala.
Las familias de ellos son las únicas mexicanas que recibieron beneficios del Fondo Federal de Compensación. Cada una, entre 1.1 y 1.5 millones de dólares como finiquito, de acuerdo con información del Consulado de México en Nueva York.
No están otros 11 cuyas identidades fueron reconocidas a plenitud por ese Consulado. La mañana del 11 de septiembre dentro de las Torres Gemelas se encontraban también Arturo Alba Moreno, de la Ciudad de México; José Manuel Contreras Fernández, de Jalisco; Germán Castillo García, del Estado de México; José Guevara González, de Aguascalientes.
También, Alicia Acevedo Carranza, Víctor Antonio Martínez Pastrana y Juan Romero Orozco, de Puebla; Jorge Octavio Santos Anaya, de Aguascalientes; Margarito Casillas, de Jalisco; y Norberto Hernández, de origen incierto. Entre ellos, estaba Fernando Jiménez Molinar, de Oaxaca. (Agencias)