Ciudad de México. Fuente: Infobae.- Ángela Aguilar lo tiene claro: se debe al público, pero no le debe explicaciones a nadie. La intérprete de música regional mexicana ha sido la protagonista de la historia más mediática del primer semestre del año: su noviazgo con Christian Nodal. Los artistas anunciaron que habían retomado su relación el pasado 10 de junio, un mes después de que el sonorense se separara de la madre de su hija, la rapera Cazzu.
El tiempo que transcurrió entre una relación y otra, y el surgimiento de fotografías y videos de ellos juntos en Roma, antes del anuncio de Nodal, tejieron una trama que adquirió vida propia en redes sociales, donde cada post, historia y antigua entrevista de Ángela Aguilar y Christian Nodal fue examinada minuciosamente por tuiteros y tiktokers para arremeter contra la pareja.
Ángela Aguilar rompe el silencio tras una semana de ‘hate’ en redes
Ángela, quien carga con la responsabilidad de estar a la altura de un apellido que pesa en la industria musical, no es ajena a las críticas en redes sociales. Sin embargo, nunca antes su vida había estado bajo el escrutinio público como hasta ahora.
La cantante concedió una entrevista a Quién, donde rompió el silencio sobre su relación y el efecto colateral que tuvo hacerla pública. El 10 de junio, Hola! presentó en exclusiva la primera entrevista de Ángela Aguilar y Christian Nodal como pareja. La decisión de recurrir a la revista dividió comentarios en la red social X.
En esa charla, dijo: “No es una nueva relación, es la continuación de una historia que la vida nos hizo pausar para poder crecer y extrañar. Porque cuando nos dejamos ir, al regresar fuimos más nuestros”.
Aunque sus palabras causaron un gran alboroto, se sostiene, pues fue un acto de honestidad: “Siempre he sido muy abierta y honesta con lo que hago y con lo que digo, y eso me ha metido en muchos problemas, pero ¿sabes qué? Yo prefiero meterme en problemas por las cosas que digo que por las que me callo. Prefiero ser honesta y no hipócrita”.
Apenas tiene 20 años, y en los últimos cinco ha aprendido que la industria musical y del entretenimiento está marcada por la hipocresía y la traición de los artistas que callan cosas por miedo a la ‘cancelación’.
“Hay mucha gente hipócrita en esta industria —otra vez me estoy metiendo en problemas, pero no me importa— que solo dice lo que la gente quiere escuchar y yo no estoy para eso. Soy cantante, yo no soy ejemplo de nadie, yo no estoy para ello. Si lo soy, qué alegría, qué bonito que les guste lo que hago. Yo soy una hija de familia, me encanta estar con mis papás, pero estoy creciendo, estoy aprendiendo”.
Aunque muestra entereza, Ángela Aguilar no es de piedra y admite que en una etapa de su carrera las críticas que recibía en redes sociales le afectaban: “Me ponía muy triste, me dio mucha ansiedad, un poco de depresión”, expresa.
Sin embargo, en este punto de su vida parece estar curtida y, aunque en el amor no hay garantías, Ángela Aguilar cree que el amor no debe esconderse: “Soy la hija de Pepe Aguilar y la nieta de Flor Silvestre y, si algo me han enseñado, es que tu verdad hay que vivirla, tu amor hay que cantarlo”.