Ciudad de México. Por: Christian Allen.- La nueva serie tipo thriller erótico de Netflix que llegó desde México ha logrado unos 35 millones de espectadores durante los últimos meses.

Aunque las criticas especializadas no la favorecen, podemos decir que lo único bueno fueron las múltiples ocasiones en que se presentaron a cuadro las nalgas de Alejandro Speitzer.

Oscuro deseo es de esas populares producciones mexicanas, donde lo más importante es "darle a tu cuerpo alegría, Macarena", los crímenes no resueltos que sumergen a los personajes en un ir y venir, acompañado de episodios con dramas interminables, al estilo de ‘Mujer Casos de la Vida Real’.

Y es que es innegable el público a quien va dirigido, y que al parecer es la formula perfecta para captar la atención de los mexicanos promedio:  Sexo, crimen, pasión y un poco de misterio sin sentido.

La historia de 'Oscuro Deseo' gira en torno a Alma, una profesora universitaria casada con un juez de éxito, que en los primeros capítulos está harta de no tener sexo, se va de vacaciones y lo que pudo ser un encuentro ocasional, acaba por enamorarla de un adolescente llamado Darío (Alejandro).

Mayte Perroni destacó por tener la mirada desorbitada y confundida en casi todos los episodios.

Un asesinato no resuelto, un suicidio, una hija engañada por su madre, muy al 'mexican style', además de un policía fracasado, pero hermano de un juez exitoso, ¿que nunca lo pudo ayudar?, fue lo que más recuerdo de la serie, que vi, para ser sinceros, solo por las constantes escenas de cama de Alex, quien está de moda y a parte es novio de una ardiente española llamada Ester Expósito.

Hay que ser sinceros, los fans de tramas como ‘Breaking Bad’ o ‘Game of Thrones’, podrían aguantar diez minutos de Oscuro Deseo y abandonarla, al decepcionarse con la trama, pero su público adecuado respondió y ya se confirmó una segunda entrega.

Por alguna razón, los responsables de Oscuro deseo fueron incapaces de hacer un solo episodio sin el correspondiente minuto de escena de sexo.

Poco a poco, la parte más pasional va cediendo terreno a la faceta criminal, en un juego de humo y espejos donde todos los personajes tienen algo que ocultar y donde no faltan los secretos, las traiciones, los "agentes dobles" y los crímenes más crueles.

Al final y tras creerse muerto, Darío aparece de la nada con millones de dólares en su poder en Nueva York, lo más absurdo y ridículo escrito para una serie este 2020, en fin, veremos que pasa en la segunda parte de esta telenovela.

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