Celaya Gto. Por.- Gabriel Estrada Hernández. El mundo de los ofendidos con Smartphone:

Las épocas han trascurrido con muchas modas derivadas del contexto social y cultural en el que viven, somos hijos de nuestra época, pero nunca se había visto esta tendencia aventar la pedrada y esconder la mano, más aún fuera de nuestro mundo virtual hacernos pendejos de una manera descomunal.

Las épocas de los grandes cambios sociales continúan, la revolución de derechos sobre la sexualidad y pro-paz de los 70, la revolución tecnológica en ciernes, ( para los Milenialls que estaba naciendo) de los 80… el mundo cambiante y en relativa paz de los 90´s, o cuando la guerra fría se terminó de enfriar, el boom de las .com y el internet en los 2000, la era del teléfono inteligente.

De ahí en adelante, todo eso para que tu solo te hagas el ofendido en redes y en tu vida diaria el mundo real sigas siendo un reverendo imbécil con el prójimo.

Como diría Duarte robémosle el fondo a esto. Cuando el internet y nuestra época nos invade somos participes a muchas corrientes de pensamiento nuevas que no se daban con la tele porque esta adoctrinaba a la población (maldita y sensual televisa), diciéndonos que lo de moda es esto y aquello hasta quien es o no relevante en el país, y boom que se abre la comunicación comunitaria en red y toma chango tu banana.

Ahora somos nosotros los que generamos las líneas de pensamiento, esto ha derivado en un sin fin de modas que toman fuerza como nunca antes, feminismo moderado y/o extremo, vaginismo, pet friendly, comunidad LGBT, cultura abierta de las drogas, derechos humanos, denuncia ciudadana y ya entrados otras muchas más muy jaladas de los pelos que seguramente ya conocen.

Como diría el tío Ben Parker un gran poder conlleva una gran responsabilidad, pero no nos vale tres kilos de chorizo verde y en redes generamos un doble discurso (dices algo y haces lo contrario mi buen), en línea todo parece chingón, todos son pro LGBT, animalistas, veganos, antisistema, progresistas, gente de pensamiento de primer mundo, es un paraíso donde pareciera que todo mundo está de acuerdo en no ser hijo de puta.

Cuando una persona en redes hace algo mal, ahí vamos a soltar todo el veneno como si estuviéramos criticando al mamón de la prepa, insultos campañas movimientos, opiniones kilométricas y hasta amenazas a todo aquel que sea puesto en línea como alguien que no encaja en este paraíso de meofendosville, ejemplos hay muchos, y después de todo ese esfuerzo humanista titánico y agotador, a chingar a su madre vuelvo al mundo real y no practico nada de lo que profeso cuando ando en las redes sociales.

Soy un culero con mis vecinos, ofendo a gente solo porque es gay, me vale madres si mi vecino maltrata a su perrito o su familia, veo actos de corrupción y me hago de la vista gorda, soy prepotente y aplico el charolazo (es decir me valgo de mi puesto para amedrentar a los demás y salir de broncas con la policía), soy machista hasta la pared de enfrente, me burlo de las feministas llamándolas feminazis, ejerzo violencia psicológica a mi pareja y un sinfín de cosas que contradicen todo lo que pongo en línea, así es señores y aunque no te guste oírlo o leerlo.

Nos ofendemos de todo en línea y escudados en las ventajas de la red, somos dioses de la pureza y la santidad en ese espejismo. En la vida real seguimos siendo los mismos seres grises que solo critican pero nunca hacen, chidos los likes, los compartir, los me gusta a la publicación de tu tía de los niños en áfrica, los comentarios tipo a ver cabrón las cosas son así por esto por esto, los pinche gobierno debería de, los eso está mal por esto y lo otro. Entrando al mundo real esa bola de ofendidos rara vez son activistas proactivos en lo que profesan.

Recuerda dos máximas interesantes.

1.- Las opiniones son las mercancías más baratas de este mundo (autogol) todo mundo tiene una y cree que vale, la realidad es otra cosa.
2.-El mundo cambia con tus acciones, no con tu opinión (otro autogol).

Eres como esa vecina que saca la silla afuera de su casa para sentarse a observar y vivorear a los vecinos y en su casa no hay orden ni nada de lo que critica, le estas diciendo gorda a la edecán del 307 teniendo un sobrepeso nivel 15 tacos y una coca de vidrio, eres una especie despreciable el ofendido de internet sentado en un sillón. Si te queda el saco mi hermano pues… póntelo.

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