Celaya Gto.- Un sentencia de 6 años y 10 meses, fue la condena para Alan Antonio Urizar,de 28 años, acusado por el delito de homicidio calificado en contra de un joven de 17 años y tentativa de homicidio en Riña en contra de otro joven de 16 años, el pasado mes de marzo del 2016, en al comunidad de El Becerro.
Luego de un año tres meses la tarde del martes se llevó a cabo la audiencia de sentencia condenatoria, en una sala de oralidad, donde un Juez de Control de Garantías, dictó auto de formal prisión una reparación del daño de 480 mil pesos al inculpado por los delitos ya citados, por la muerte de familiar Ubaldo Samael Castillo Martínez 17 años y la tentativa de homicidio y lesiones en contra de Gael Andrés, 16 años, primo del ahora occiso.
Fue el 13 de marzo del 2016, sábado por la noche cuando uno de los ofendidos de nombre Julio Alberto, de 37 años se encontraba con dos de sus sobrinos que responden al nombre de Ubaldo Samael, de 17 años y Gael Andres, de 16, en una fiesta en la comunidad del Becerro. Así, repentinamente, cerca de la media noche observo que sus dos sobrinos fueron lesionados con un arma blanca por un sujeto, este intento detener al agresor y también logró salir lesionado en muslo derecho y pectoral derecho.
Los dos jóvenes fueron llevados esa noche al Hospital General para que recibieran atención pero Ubaldo de 17 años perdió la vida al llegar al nosocomio, mientras tanto Andrés, de 16 años presentó una lesión en el abdomen y su estado de salud era grave pero estable; por su parte Julio Alberto recibió atención médica en Instituto Mexicano del Seguro Social.
El responsable logró ser detenido por elementos de la Agencia de Investigación Criminal, adscritos a la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios, quedando a disposición del Ministerio Público, fue desde ese momento que la familia del occiso y los lesionados acudieron a aproximadamente 10 audiencias para definir la situación del detenido.
Pero fue hasta después de un año y tres meses que mediante la audiencia final y todas las pruebas presentadas por la fiscalía y la defensa que se logró la sentencia condenatoria, sin embrago familiares de los ofendidos mostraron su inconformidad, pues señalan que el delito que se le imputo al hombre no fue el correcto, ya que en este caso no hubo ninguna riña, como lo hizo ver el Ministerio Publico y la defensa de Alan Antonio.
