El precio de la tortilla en México “ya no baja” y, es más fácil que vuelva a subir, a que el gobierno controle su costo a través algún decreto; como el publicado esta semana, que aplica un arancel de 50% a la exportación de maíz blanco.
A través del Diario Oficial de la Federación (DOF), el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su administración fijó dicho arancel –vigente hasta el 30 de junio– con el fin de que el grano se quede en México y, con ello, garantizar el abasto nacional y dar estabilidad al precio de productos derivados como la tortilla.
El titular del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, explicó que la medida descrita “no tiene efectos”; ni sobre el precio de la tonelada de maíz, ni sobre la tortilla, como asegura la autoridad.
Señaló que, por su periodo de vigencia, tal arancel –o impuesto– solo aplica a 0.9% de la producción nacional, proveniente de las cosechas de Sinaloa, que es el único estado del país que exporta.
“Esta medida restrictiva a la exportación no tendrá impacto sobre los precios de la tortilla, ya que actualmente no es el maíz blanco de Sinaloa el que rige los precios para la tortilla; el precio que predomina es de la cosecha de primavera-verano de la región del Bajío”, apuntó.
Juan Carlos Anaya indicó que, para medir el impacto del nuevo arancel al maíz blanco, basta decir que en 2022 la producción nacional del grano sumó 27 millones de toneladas; mientras que las exportaciones apenas llegaron a 241 mil toneladas, equivalentes a 0.9% de la cosecha nacional.
El presidente de GCMA advirtió que una vez que sube el precio del kilogramo de tortilla –como sucedió el año pasado, con un alza promedio nacional de 20%–, ya no vuelve a bajar.
Refirió que, aun cuando el costo de la tonelada de maíz blanco disminuyó de nueve mil 350 a ocho mil 600 pesos, de octubre a la fecha, los hogares siguen comprando el kilo de tortilla arriba de 20 o 22 pesos, en la mayor parte del país.
“El precio del maíz ha venido bajando, pero la tortilla ya no baja y su costo se mantiene alto, debido al incremento en las tarifas eléctricas, gas e insumos; además del pago de salarios y renta de un local, que pagan los tortilleros” dijo.
En el mismo sentido, Juan Carlos Anaya, evidenció que –más que bajar– el precio de la tortilla puede subir otra vez, de acuerdo a la trayectoria en el costo de los energéticos y del volumen de las cosechas esperadas para este año.
Fuente: Publímetro