Ciudad de México. Christian Allen con información de ABC.- El pasado fin de semana en la ciudad de México se realizó la marcha 47 del orgullo LGBT. Cada mes de junio las calles y avenidas se pintan con los colores del arcoíris para recordar que este sector de la población es uno de los más importantes y presentes en la vida pública y social de este y de todos los países.
La frase “vamos a la marcha”, ya es común y se entiende cual será, aunque hubo un tiempo de más oscuridad para los integrantes del colectivo.
la Marcha del Orgullo LGBT+. Hoy, es una de las movilizaciones más coloridas, alegres y masivas del país. Pero sus inicios fueron muy distintos.
Hasta finales de la década de los 70, ser una persona homosexual en México implicaba esconderse y reprimir gran parte de tu vida, sobre todo en edades tempranas de desarrollo.
Aunque la homosexualidad nunca fue ilegal, la policía realizaba redadas para arrestar a personas homosexuales en bares, baños públicos o incluso en fiestas privadas. Las detenciones no tenían sustento legal, pero eran frecuentes y brutales. No se sabe a detalle las consecuencias de las mismas, aunque se dice que el odio de las instituciones era palpable.
En los años 60, lugares como la Alameda Central o la barra del Sanborns de los Azulejos se convirtieron en puntos de encuentro discretos, aunque peligrosos.
Los primeros bares abiertamente gay surgieron en la Zona Rosa en 1963, como El Safari y La Rana que Canta. Aun así, había miedo: la represión social y policial era constante, aunque a pesar de ello la evolución de la comunidad, al menos en el ámbito social abierto, había ya iniciado.
Fue el 15 de agosto de 1971 cuando nació el Frente de Liberación Homosexual (FLH), fundado por Nancy Cárdenas, dramaturga, actriz y activista pionera.
Inspirado en los movimientos de liberación en EE.UU. y Reino Unido, el FLH operó de forma casi clandestina. También participaron figuras como Carlos Monsiváis y Luis González de Alba.
Durante el sexenio de Luis Echeverría, el gobierno mantenía una vigilancia férrea sobre movimientos sociales. Aun así, el FLH fomentaba la autoaceptación y buscaba visibilizar a la comunidad.
Los antecedentes de la primera marcha:
En 1978, antes de la primera marcha oficial, hubo dos acciones clave:
- El 26 de julio, 30 integrantes del FLH marcharon durante una protesta por el aniversario de la Revolución Cubana.
- El 2 de octubre, el FHAR, Grupo Lambda y Oikabeth participaron en la marcha por la masacre de Tlatelolco. Aunque no fueron convocadas como marchas LGBT, marcaron un antes y un después.
Medios como La Prensa cubrieron los hechos con tono burlesco, reflejo del estigma de la época y claro hoy hay antecedentes de demandas a medios de comunicación que en titulares escribieron denostando la vida de personas del colectivo, en muchos casos tratando los temas como en burla.
Sin embargo, aquellas participaciones hicieron visible a una comunidad que había sido históricamente marginada.
La primera marcha del orgullo gay en México:
El 28 de junio de 1979, inspirado en el décimo aniversario de los disturbios de Stonewall (Nueva York, 1969), se convocó la primera Marcha del Orgullo Homosexual en México. La cita fue en el Monumento a la Revolución.
Participaron alrededor de mil personas, con pancartas que exigían el fin de la represión y mensajes como:
«No hay libertad política sin libertad sexual» y «Sin libertad sexual no hay liberación social».
Esta primera marcha no llegó al Zócalo ni tuvo cientos de miles de asistentes como ahora, pero fue un acto profundamente político y valiente.
De la represión a la celebración: el orgullo sigue en pie:
Hoy, la Marcha del Orgullo es una mezcla de protesta, memoria y fiesta. Drag queens, familias diversas, activistas, artistas y aliados llenan Paseo de la Reforma cada junio. Pero el origen fue distinto: una lucha por existir y amar sin miedo.
Y aunque mucho ha cambiado desde 1979, la esencia de aquel primer paso sigue presente: exigir dignidad, respeto y justicia para toda la diversidad sexual en México.