Celaya Gto.- Es relevante educar en valores para formar a futuros ciudadanos responsables, autónomos y libres, ofreciendo a las madres y padres pautas básicas cuando se enfrentan a la tarea de educar o re- educar a sus hijos con una óptica que enseñarán valores que regirán la vida adulta de sus hijos como futuros ciudadanos.

La educación es como un iceberg, en la que la parte que está bajo el agua y que aguanta todo su peso, es 10 veces más grande que la parte que podemos ver. En educación también hay una parte que es visible y otra parte “bajo el agua” como la educación en valores, la emocional, entre otros.

En la infancia es donde se cimienta la construcción del «edificio» de la educación. Si en la infancia no se han sembrado habilidades personales como el autoconocimiento o habilidades sociales como la comunicación o la empatía, es difícil que puedan aparecer después de un modo espontáneo.

La vida no sólo en ocasiones duele a los adultos, los niños y niñas también se estresan, se irritan o se sienten dolidos. Por ello no olvidemos la premisa de: es más fácil criar niños fuertes que reparar adultos rotos. Ayudémosle a ser emocionalmente fuertes sin proyectarles nuestros miedos ni inseguridades.

No es posible que los niños alcancen un pleno desarrollo de sus habilidades intelectuales y emocionales si no es desde la coeducación Familia-Escuela; es la familia la que debe asumir el mayor peso de la formación en valores y en herramientas emocionales.

Los niños aprenden de lo que dicen los adultos, pero, fundamentalmente, de lo que ven que hacen sus padres. Como dice Einstein: «Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, es la única». Cuando se dice algo y se hace justo lo contrario, lo que los hijos/as interiorizan es la fragilidad de los principios de sus padres. Sin la coherencia del decir y el hacer la actuación educativa pierde toda su fuerza y sentido.

Frente a una continua oferta de búsqueda de felicidad en las grandes cosas…. es necesario ayudar a los hijos a que encuentren la felicidad en las pequeñas cosas de la vida. Encontrar la felicidad en aquello que son y no en aquello que tienen; enseñarles sobre la vida, lo que necesitan es confianza y guía, ser conscientes que lo ideal es tener hijos felices.

Dejemos que aprendan jugando, que usen trajes de súper héroes y menos “disfraces” de adultos, que se manchen con el helado, que se mojen con la lluvia, que se ensucien con la tierra, que se caigan y aprendan a levantarse, desenchufémoslos de las pantallas y salgamos juntos a mirar el cielo; regalémosles menos cosas y más tiempo, contagiémonos de su risa, las cosas más divertidas no siempre se compran y el mejor envoltorio es un abrazo. Sus hijos nos van a recordar los juguetes que usted les compraba, sino los momentos que usted compartía con ellos.

Lo que hace que los seres humanos seamos felices es la posibilidad de soñar, alentarles a que sueñen, es un arte que se aprende, que se transmite, lo que provoca que tengan confianza y creencia en sí mismos, eso refuerza su autoestima.

Seamos honestos: nuestros hijos necesitan alas, las alas son los sueños. Nosotros somos sus líderes, no sus jefes. Para que sean seres humanos felices, capaces de transmitir valores
No se debe vivir de espalda al progreso, pero eso no significa renunciar a la solidez de valores de antes. Valores como la responsabilidad, la benedicencia, el respeto, no cambian con los tiempos. Los padres deben saber mirar al pasado, vivir en el presente y proyectar en el futuro; para que cada año de vida durante su infancia, sea un año feliz.

Nuestro compromiso y labor del programa de prevención de riesgos psicosociales del DIF, es brindar las herramientas de habilidades sociales, de pensamiento y de manejo de emociones trasmitiéndolos sobre la línea de valores en la niñez, por ello, nuestra población de trabajo se centra principalmente en la infancia y adolescencia, con trabajo dentro de las instituciones educativas y en las comunidades, brindando pláticas y talleres de valores y conocimiento de sus derechos, previniendo riesgos psicosociales como las adicciones, prevención de embarazo, prevención de suicidio y violencia escolar.

Existe un fuerte compromiso para apoyar a nuestros niños y adolescentes en diferentes aspectos de su desarrollo. Para contactarnos puede asistir personalmente a la coordinación de acciones a favor de la infancia de DIF, ubicada en avenida México esquina Chile s/n colonia Latinoamericana o por línea telefónica al número 61 4 10 62.

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