Estados Unidos.- Los usuarios de redes sociales lo calificaron como «maestro» por esconder su segunda vida a la perfección.
En esta época nadie se libra de sufrir una venganza después de haber sido infiel, ni siquiera si ya está muerto.
Así nos lo demostró el triste caso de Leroy Black, quien recibió un obituario de su esposa y otro de su amante en el mismo periódico y página. Ups.
Egg Harbor es una pequeña localidad estadounidense de Nueva Jersey con apenas 30 mil habitantes, lo que fue nada bueno para Leroy, pues el chisme se corrió y absolutamente todos se enteraron.
Fue justo una semana después de fallecido que la bomba explotó. Verán, el hombre tenía 55 años cuando perdió la vida a causa de cáncer de pulmón, pero sus últimos días los pasó como todo un Don Juan.
¿Cómo lo sabemos? Pues porque uno de los obituarios está firmado por Bearetta Harrison, quien se hace llamar su «novia durante mucho tiempo».
La noticia se difundió en redes sociales, donde los usuarios lo calificaron como «maestro» por esconder su segunda vida a la perfección y llevársela a la tumba. (Información: ABC)