Madrid.- Una niña de 9 años en Madrid, evidenció, por medio de una grabación, los abusos de los que había sido víctima en varias ocasiones después de que un juzgado archivara su caso porque el perito no dio veracidad a su versión.
La niña quien en ningún momento cesó con los intentos por demostrar los abusos de su padre de los que era víctima, grabó el pasado 7 de junio una conversación que sostuvieron ella, su padre y sus abuelos en donde se escucha al progenitor aceptar los hechos.
¿Pero cuándo te he tocado yo? Reclama el padre a la niña. “Muchas veces” contesta la niña. “Pero cariño, eso es para jugar”. Responde el padre. “Es que no tienes que hacerme eso nunca, mi cuerpo es mío”, grita la pequeña. “Tu cuerpo es tuyo, efectivamente (…), cuando tu decías que no te tocará, yo paraba”, explica el padre, quien añade: “Yo lo único que te estaba haciendo era cosquillas y estaba jugando contigo”.
El abuelo quien estaba presente en la conversación le explica a la niña que el padre le tocaba para lavarle. “Eso hay que asearlo muy bien y darle pomada”, a lo que el padre de la menor contesta: “No, no, no, si yo sé por lo que la niña lo dice, si yo sé a lo que ella se refiere”.
Yo también te lo he lavado, entonces sería igual”, insiste el abuelo. “No si ella no se refiere a eso, si yo sé a lo que se refiere”, aclara el padre. “¡Bueno, pues ya está!,” grita la niña. “¡Bueno, pues apechuga, pues apechuga!”, contesta a gritos él.
En el audio que la niña entregó a su madre al llegar a casa y que se encuentra actualmente en manos de las autoridades se escucha como el padre refuta el abuelo:“Ya está papá, si ella se refiere a otra cosa. Habla con ella como si fuera una persona mayor, que ella no se refiere a eso”, a lo que la abuela contesta: “Ya, sí lo sabemos”.
Los padres de la pequeña se encuentran separados y ella se negaba constantemente a visitar a su progenitor los días que le correspondía de acuerdo a un dictamen del tribunal de familia.
La menor lloró, gritó y se resistió a ir con su padre, ante la vista de compañeros, padres y maestros de la escuela el mismo día en que consiguiera grabar finalmente la conversación. Desde abril, la madre tiene una orden de allanamiento que le impide acercarse al colegio los días que el padre pase por la niña.
De acuerdo con infromación de El País, el perito que examinó a la niña de 9 años no le creyó y su caso fue archivado en enero de este año, una decisión confirmada después por la Audiencia Provincial.
La niña quien sufría abusos sexuales, acusó al padre desde hace dos años, después de ir al pediatra porque sentía escozor al orinar. Ahí le preguntaron desde cuando presentaba este síntoma, a lo que contestó:“Desde que papá me clavó la uña”. En 2014 tras unos análisis que mostrarán restos de una infección vaginal, después de haber pasado 10 días con el padre, el médico dictaminó “sospecha de abuso sexual». (Información: Agencias)