Saltillo, Coah. Por: Aurelio Pérez.- Grande entre las grandes, Judy Garland se convirtió en uno de los mitos de Hollywood por su azarosa vida de sufrimiento y excesos, factura que le cobró la fama.
Hoy, a 50 años de su deceso, la estela de la actriz y cantante sigue indeleble a través de su legado fílmico, en el que destaca El Mago de Oz, como la cinta que consolidó su carrera que edificó poco a poco en sus comedias junto a Mickey Rooney.
Hoy recordamos cinco de sus mejores cintas, más allá de la emblemática en que encarnó a la inolvidable Dorothy.
La Rueda de la Fortuna
(Meet me in St. Louis, 1944)
Aquí da vida a Esther, una joven que no quiere que su familia, en la búsqueda de una mejor vida, se mude a Nueva York, ya que eso implica tener que alejarse de un chico del que se enamoró. Esta cinta se volvió muy popular debido a la nostalgia que le hizo sentir al público americano.
El Juicio de Nuremberg
(Judgment at Nuremberg, 1961)
Judy triunfó en el cine musical, aunque también le iba el drama como este que le procuró la nominación al Oscar. Su papel, Irene, es una de las testigos principales de las cortes estadunidenses contra los líderes nazis y quien debe declarar sobre las relaciones con un judío que le hicieron ser condenado a muerte.
El Pirata
(The Pirate, 1948)
Manuela (Judy) está prometida con el acaudalado Pedro Vargas, aunque en el fondo ama a otro hombre. Al ser hipnotizada por Serafín, un hombre experto en estas artes, este sabrá que ella ama al intrépido pirata Macoco, así que Serafín se hará pasar por el pirata para enamorarla, ya que desde que la conoció quedó cautivado con su belleza.
Nace Una Estrella
(A Star Is Born, 1954)
Primer remake de la cinta homónima de 1937. Judy es Esther, una aspirante a cantante que se topa con Norman, un famoso actor alcohólico que la ayudará a alcanzar sus sueños en la música. El amor los une, pero conforme ella triunfa, él va en declive y cae en una espiral de autodestrucción. Para muchos la mejor versión de las cuatro hechas.
Campanas del Destino
(The Clock, 1945)
Este es el primer filme dramático de la actriz y en él interpreta a una chica que conoce a un soldado en la Estación de Pennsylvania en Nueva York, quien tiene dos días libres en los cuales la enamora y se casa con ella. Aunque de sencilla trama, tuvo buena acogida gracias a la presencia de Judy y la química que logró con el actor Robert Walker.
Información: Periódico Zócalo.