Celaya Gto. Por: Santiago Leal.- *El Ayuntamiento está loco.
Cada vez tienen menos coherencia las discusiones que se presentan de manera pública en las sesiones de Ayuntamiento.
Cada vez es más evidente que los miembros del cabildo actúan con base en sus intereses personales y no en base al bienestar de los celayenses.
Así vemos al priísta Jorge Montes defendiendo al panista Israel Herrera, así se ven las decisiones ante los pésimos, terribles y espantosos resultados de la feria; en ese tema vemos a su compañera de Fracción, Monserrat exponiendo argumentos que lo contradicen; los panistas lavándose las manos, el regidor de Movimiento Ciudadano más azul que unos cuantos pues nunca defiende las posturas de Ricardo Paz el líder en Celaya. Y el regidor de Morena Ynés Piña sin saber ni siquiera qué hacer o qué decir.
El Alcalde incluso distanciado de algunos panistas, porque ese incidente que se divulgó donde se dijo que le cerró la puerta en la cara a la regidora Adriana Audelo fue totalmente cierto y totalmente grosero, pero no sólo eso, el presidente no se dignó a hablar de ese tema con la panista y dejar claro el asunto, todo quedó en un “mal entendido” que se ventiló públicamente.
A eso se le agrega que su Secretario del Ayuntamiento, Paco Montellano, no opera, y su secretaria particular quedó reducida desde que fue ventilada en una manifestación como el mando detrás de Ramón.
*El corrido.
Tan raro está el cabildo que fue con el voto de los propios panistas junto con el voto de dos priístas que removieron de la comisión de movilidad al azul ‘más católico’ Israel Herrera.
El cambio no se discute, Herrera ya no quería trabajar con el presidente en el tema más urgente: “el transporte”, y sólo quería jalar agua para su molino con los transportistas, en los pasillos de presidencia cuentan que una vez que fue evidenciado su alto gasto de dinero público en comidas y bebidas, ahora era de los transportistas de donde salían esos gastos.
Además de que seguía llegando alegre a los restaurantes y que en una de esas ocasiones le tocó llegar a un sitio donde se encontraba el presidente y hasta con su equipo discutió en su ya conocido todo de “omnipotente puedelotodo”.
Pero el cambio no resultó mejor, pues ahora asume la presidencia de la comisión el regidor Trinidad Martínez Soto, quien en la comisión de Contraloría ya se dio a notar por querer tapar las irregularidades.
Ahora en la de movilidad es sabido que Trinidad responde a los intereses del grupo que durante años le metió la mano al transporte hasta dejarlo hecho un caos.
Ese grupo donde están los Guillén Hernández, los Rivera-López, los gobiernos que desde Pepe Rivera hasta la actualidad no han pensado en los ciudadanos cuando se trata de atender temas de transporte sino en sus beneficios.
Veremos que ocurre en los próximos meses, y que rumbo tiene la próxima entrega de concesiones.
*La factura
Parece que a varios ex funcionarios y funcionarios de carrera ya les está llegando la factura de sus malos manejos del presupuesto y ahora sí andan temerosos de que los sancionen.
El caso más reciente es el de la ex Tesorera con Rubí Laura López Silva y directora de ingresos con Ramón, Maribel López Martínez.
Parecía una buena persona, que no rompe ni un plato, pero caras vemos, corazones y voluntades no sabemos.
Ahora ya está claro que Maribel durante su gestión firmó varios documentos que la comprometieron y que la tienen enfrentando diversos procesos administrativos de sanción.
Además no es del agrado de la tesorera Lourdes Herrera, quien por cierto se fue de la administración de Rubí porque se negó a firmar contratos y a autorizar pagos indebidos, los que al sustituirla si firmó Maribel.
Otro de la administración de Rubí que no fue firme en sus decisiones fue el ex oficial mayor Jorge Solís Ojeda, que por no decirle que “no” a los caprichos de la ex alcaldesa ahora también enfrenta un proceso de sanción, pero también civil por el que deberá devolver poco más de 90 mil pesos.
La propia ex alcaldesa Rubí, ha pasado las de caín para justificar algunas de sus decisiones y ha sido citada a aclarar varios puntos.
Será que veremos acaso que esa factura que les están pasando sea cobrada, o nos quedaremos en esa simulación donde el cobrador pasa una y otra vez a la casa del deudor pero al no encontrar a nadie se rinde.
*Seguridad sin pies ni cabeza.
Cuentan en los pasillos de presidencia que el Secretario de Seguridad César ya de plano rinde información sólo a sus jefes estatales, el súper duo dinámico conformado por el Procurador y Secretario.
Y que el alcalde Ramón se entera hasta el final, como el chinito se queda nada más mirando como hace y deshacen en la Policía y en Infopol, pero en Celaya la seguridad no mejora.
Existe un gran descontento ciudadano lo cual no es nada nuevo, pero si es relevante que desde el propio sector empresarial ya están presionando para que se den los resultados pues son más que evidentes los constantes robos, secuestros, y asesinatos.
Pero el súper secretario nada más no da resultados, eso sí ya se peleó con el director de Infopol, Adelaido Botello quien con está muy de acuerdo con las medidas que llegó a imponer lo que ha derivado en que sean escasas las personas que ingresan a Infopol.
Pero cómo pretenden que los policías combatan el crimen si el propio gobierno hasta a los policías los roban, así qué compromiso podemos esperar asuman.
Resulta que la semana pasada les entregaron los uniformes luego de tres años de tenerlos en el abandono y ya con varios remiendos y uno que otro agujero en el pantalón.
No sólo son uniformes de pésima calidad, tela corriente, y escudos parchados, ni siquiera bordados como en años anteriores. Venían en tallas reducidas y batallaron para encontrar el adecuado. Pero eso no fue lo peor.
Resulta que a los policías les hicieron firmar una hoja en donde aceptaban que recibían no sólo un par de uniformes y zapatos, sino también una chamarra fantasma.
Sí, una chamarra que nadie les entregó y que a los policías que preguntaban cuándo se las entregarían hasta regañados salían y con la amenaza de no recibir ni los uniformes.
Los policías se sienten robados en su propio trabajo, no sólo por este incidente, sino porque muy a menudo escuchan cómo desde el Presidente, la Oficialía o la Tesorería hacen declaraciones respecto a los recursos que les entregarán por parte del Subsemun, ahora llamado Fortaseg, lo que nunca ven reflejado en sus cuentas, pero si los hacen firmar dobles recibos de pago.
Con ese trato ¿Cómo pretendemos que los policías sean honestos si sus jefes los roban y maltratan?, así cuándo va a mejorar la seguridad, es una vergüenza la forma en que son tratados.