Cuernavaca.- “Miércoles de cesáreas. Muestra tu cesárea y llévate un pomo ¡gratis!”. Es la frase con la que el bar “Bull” se promociona entre las mujeres de esta capital.
El anuncio fue colocado en las redes sociales, particularmente de Facebook, con un post en el que aparece el abdomen desnudo de una mujer con una cicatriz, acompañado de imágenes de botellas de alcohol.
De inmediato, activistas y líderes feministas iniciaron una campaña para censurar lo que consideraron una agresión contra las mujeres, y exigieron a los diputados locales que legislen sobre la violencia simbólica y mediática de género.
En entrevistas por separado, Adriana Mújica Murias, corresponsal de la agencia Comunicación e Información de la Mujer, A.C. (CIMAC); Ixlol Preciado Bahena, de la Red por los Derechos de la Mujer; la abogada Patricia Bedolla, y la doctora en ciencias Adriana Figueroa Muñoz Ledo, coinciden en que campañas de ese tipo contribuyen a la “cosificación” del cuerpo femenino.
“Sí es violencia de género porque, como siempre, se refuerza la idea de que las mujeres ‘ganamos’ cosas si mostramos nuestro cuerpo a otros. Nuestro cuerpo se convierte en un objeto intercambiable por otro. Somos objeto de trueque, porque podrían lanzar una campaña y decir: ‘trae a tu amiga la que tiene un doctorado (que presente copia de su cédula) y le damos un pomo’”, dice Figueroa Muñoz Ledo.
Además, subraya, “se está premiando –con un pomo, si esto es un premio– mostrar la intimidad, mostrar el cuerpo, y no cualquier parte, sino una cercana al pubis que, nos guste o no, implica enseñarle a un desconocido o desconocida mi intimidad. Implica premiar el haber sido madre y, además, mediante cierta forma, como la cesárea. Es discriminatorio porque no aplica para todas las mujeres”.
La experta en temas de género, quien actualmente trabaja en su proyecto de doctorado (“Representaciones sociales del macho progresista en redes sociales”) se pregunta: “¿Qué ganan estos antros con estas campañas? Porque es un negocio para ganar dinero, no para regalarlo”. Luego reflexiona y dice que detrás de la campaña podría estar alguna forma de “casting” de alguna red de trata de personas. “¿Sabes qué pensé? Que es un pretexto para hacer un tipo de casting para ver quiénes están delgadas y luego ofrecerles la prostitución”, recalca.
Ixlol Preciado, integrante del Comité Contra el Feminicidio en el Estado de Morelos (Cocofem), señala que con estas campañas “pretenden ser revolucionarios y open mind (mente abierta), pero terminan cosificando el cuerpo, como dando una imagen de las mujeres que ya son madres. Eso de pedir que comprueben que se hicieron la cesárea es porque ya tuvieron sexo y van a ese lugar, a ese bar, a divertirse, y eso puede significar que estarán dispuestas para volver a tener sexo con cualquiera”.
La campaña puede ser peligrosa porque podría “invitar” a los hombres a pensar en que son mujeres “fáciles” y entonces aumentar el riesgo de ataques sexuales o abusos, porque si a todo esto se le acompaña con alcohol, pues podría convertirse en caldo de cultivo para ello, agrega.
Para Adriana Mújica, de CIMAC, la campaña “es un asco” porque, “más allá de que todas las campañas que promueven el alcoholismo me parecen graves, ésta además tiene un grave uso del cuerpo de las mujeres”. Y lo más grave, dice, es que las autoridades no tienen interés ni facultades específicas para sancionar este tipo de promociones.
“Por eso hemos impulsado hace mucho, sin lograrlo, que se agregue a las leyes de acceso para las mujeres a una vida libre de violencia, los temas de violencia mediática y simbólica”, sostiene Mújica, y recuerda que en el Congreso de la Unión se impulsó esa posibilidad, pero “no nos pelaron y luego les tembló la mano (a los diputados) para no pelearse con los medios de comunicación”.
Patricia Bedolla, integrante de Academia, Litigio e Incidencia en Derechos Humanos, califica de “lamentable que la utilización del cuerpo de las mujeres se haga siempre con este sesgo patriarcal de mujeres-objeto o de mujeres-madre”. Y lanza: “¿Por qué no le piden a ellos (los hombres) que muestren alguna cicatriz significativa? Porque nosotras somos objeto, porque vende más el cuerpo expuestos de una mujer. Desde esta visión (objeto) las mujeres somos dos cosas: objetos sexuales o maquinas gestacionales, y aquí (en esta promoción) vemos una simbiosis de ambos”.
En Facebook, la promoción ha generado una serie de comentarios de hombres y mujeres, que van de la sorna y la burla, a la descalificación.
“Que estupidez…!! Y manera tan burda… De llamar la atención..!! Quién será la mente brillante que está atrás de esta publicidad.., ja! Ahora han caído tan bajo, publicidad mediocre,!! Y con poca imaginación…”, dice la usuaria Lulú Bravo.
Y Alejandra Nájera señala con sorna: “Hagan el jueves de pitos chicos (empezando por el wey que hizo esta promo), el viernes de impotentes, etc.”.
Publicado el lunes al mediodía, el anuncio ha sido compartido hasta esta tarde más de 700 veces y ya tiene miles de comentarios. (Información: Proceso)