Día con día surgen nuevos casos de parejas que sufren maltrato, sin embargo, en todos los casos se trata de heterosexuales. Más de uno ya se estará haciendo esta pregunta: ¿Las parejas homosexuales también pueden sufrir de violencia o sólo está presente en las personas heterosexuales?

Maltrato en las relaciones LGBT

Aunque no lo parezca, el abuso doméstico en las relaciones LGBT es un tema que desde ya preocupa. Según estadísticas, el 25% de las parejas de la comunidad lesbianas, bisexuales, homosexuales y transgénero sufren de violencia, un porcentaje similar al que sufren parejas heterosexuales.

El problema es que los involucrados no lo denuncian por miedo, así que deciden ocultarlo sin darse cuenta que en realidad eso les afecta y puede traer consecuencias fatales.

Entre las parejas LGBT y las heterosexuales hay ciertas similitudes en las conductas violentas como las agresiones físicas, las amenazas, el abuso físico o el aislamiento social, sin embargo, hay algunas conductas exclusivas de las parejas de mismo sexo.

No reconocen el maltrato

Para la comunidad LGBT no existe la violencia doméstica, debido a la falta de información que hay sobre las consecuencias que conlleva denunciarla.

Es por eso que las personas que pertenecen a esta comunidad no aceptan que están sufriendo con la relación de pareja que tienen o les cuesta reconocer y responder cuando alguno de sus amigos está teniendo una relación tóxica.

En estos momentos es necesario que se comience a reconocer y que se le dé la importancia debida, ya que sólo así se podrá proteger la salud física y emocionalde las personas que son violentadas por sus parejas.

Guardan silencio

En ocasiones, las personas violentadas guardan completo silencio para que sus amigos no se pongan en contra de ellos, algo que empeora si se vive en un pequeño pueblo o ciudad ya que es más difícil encontrar ayuda.

Si las personas no hablan es por miedo a que no le crean, ya que su pareja es completamente diferente cuando están otras personas. Además de lo anterior, el abusador puede separar a la pareja de los demás, sin que tenga ningún tipo de contacto con el mundo.

Independientemente de la orientación sexual, cualquiera debe y tiene derecho a tener una relación sana en la que no haya ningún tipo de daño psicológico y/o físico.

Si tú crees estar en una relación tóxica no dudes en pedir ayuda, ya que en cualquier momento las cosas podrían salirse de control.

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