Salamanca.- Los cuerpos que fueron localizados en un predio en el municipio de Villagrán no corresponden a los cuatro integrantes de la familia que desapareció de su domicilio en Celaya junto con dos jóvenes, dio a conocer el procurador Carlos Zamarripa Aguirre.
“No son ellos y no vamos a dejar la búsqueda, hasta que los podamos encontrar”, prometió el funcionario.
Julio César Bustos Alemán, de 44 años; su esposa Yolanda Escogido Navarro, de 46; el hijo de ambos, Gustavo Ángel Bustos Escogido, de 18; el sobrino del matrimonio, Luis Eduardo Escogido Navarro, de 20, y dos amigos del hijo de la familia, de nombres Brian Jesús Ortiz Cervantes y Martín Alejandro Rosas Mendoza, ambos también de 18 años, desaparecieron desde la madrugada del 29 de enero, al concluir un convivio familiar en una vivienda de la colonia Villas del Bosque de Celaya.
El 4 de mayo, en un comunicado con el título “PGJ localiza a integrantes y amigos de la familia desaparecida”, la dependencia dio a conocer que tras la investigación efectuada por agentes, se encontró la camioneta Explorer verde propiedad del matrimonio de Yolanda y Gustavo Ángel en una casa de una comunidad en Villagrán, y que en un terreno se hallaron restos humanos que, por sus características y vestimentas, corresponderían a los de las seis personas desaparecidas, aunque al final se indicó que se practicarían los exámenes periciales para confirmar las identidades.
El lunes 14, el procurador Zamarripa habló sobre el predio en el que se localizaron estos restos:
“Encontramos en un predio el hallazgo de varios cuerpos y muchos fragmentos óseos sobre el mismo terreno; se han hecho una serie de análisis forenses en trabajo de genética y me han informado que se ha logrado la identificación de dos de ellos, con nombres y apellidos, que estaban en calidad de desaparecidos”.
Y hoy, aunque no dio los nombres, aclaró que en definitiva ninguno corresponde a los cuatro integrantes de la familia celayense y los dos jóvenes desaparecidos el 29 de abril.
“Sí hay que decirlo, no corresponden a la familia”.
Zamarripa dijo que no quería anticipar un número de personas que pudieran ser identificados por estos restos, puesto que antropólogos están trabajando en los numerosos indicios, que lo mismo son restos óseos que prendas y otros objetos.
“Esperamos que el trabajo de los antropólogos se pueda traducir en determinar a qué personas pertenecían para lograr su identificación”, señaló.
“Esto va a ser un trabajo bastante arduo. Sí puedo decir que son más de seis” las víctimas allí sepultadas. (Fuente: Proceso)