Celaya Gto. Por: Christian Allen.- Este fin de semana en redes sociales y diversos grupos de Facebook sobre noticias de Celaya, se denunció transfobia en un antro llamado CHASA. ivanna Tovar, quien el año pasado fue noticia al ser la primera mujer transgénero en recibir titulo por parte de la Universidad de Guanajuato dijo no la dejaron entrar por ‘ser un hombre vestido de mujer’.
“Ayer por la noche viví un acto discriminatorio. Salí con una amiga con toda la actitud de disfrutar y divertirme. Hicimos reservaciones para un bar y un antro, todo iba bien, pero en la entrada de CHASA, el cadenero me dijo: Buenas noches disculpa no te puedo dejar ingresar así”
“Mi amiga y yo le preguntamos ¿así como? Y el nos responde “Vestida de Mujer”. Le comentamos que hicimos reservaciones y el nos contestó que tenía indicaciones de no dejar entrar “este tipo de personas”, Un segundo hombre se me acercó y me dijo que iba a preguntar al encargado. “El Primer cadenero se disculpó me dijo que él solo hacia su trabajo”, señaló en el post que ya ha sido compartido por decenas de perfiles más.
Ivanna agregó en redes sociales que hacía mucho tiempo esto no le pasaba: “Me quebré por un momento, hace tanto tiempo que esto no me pasaba, por un momento sentí que tenía que ofrecer disculpas por ser una mujer transexual”.
Al final escribió que uno de los gerentes se disculpó, las dejaron entrar y les enviaron bebida de cortesía, aunque no se supo, directamente quien fue el encargado de “no permitir el paso” a personas transexuales.
Aquí te compartimos el resto de la denuncia.
“El segundo hombre regresó con uno de los encargados y este me dijo, “discúlpame no es nada personal es que hace poco tuvimos un incidente con una persona como tú”, yo le dije que lo que estaba haciendo era un acto discriminatorio y transfobico, le tuvimos que comentar que yo era licenciada y que ante la ley yo estaba reconocida como una mujer. (En otras palabras, lo tuvimos que convencer de que yo soy una mujer y aparte una persona preparada) Me pidió que mostrara mi identificación, y mientras él la veía el resto de los empleados que estaban en la entrada se me quedaban viendo como si fuera una clase de criminal o mala persona. Me sentí observada, juzgada, apenada y muy triste. Nos dejaron entrar como haciéndonos un favor, y esas ganas de divertirme se convirtieron en una profunda incomodidad. Yo imaginaba que en cualquier momento una de esas personas podía llegar a nuestra mesa a ofenderme nuevamente, sentía miedo y un nudo en la garganta. El gerente se acercó con mi amiga y le pregunto que cómo estaba, ella le comentó la situación y él dijo que “Regañaría a los empleados”, nos mandó unas bebidas de cortesía como ofreciendo disculpas. México es el segundo país con mayor índice de crímenes de odio a personas trans, y a veces no solo se mata un cuerpo, se mata con palabras y con miradas. Yo lucho por una verdadera inclusión y obviamente no pido que todas las personas entiendan lo que es ser transexual, pero sí lo que es el respeto. Y me quedé ahí siendo observada y probablemente criticada porque no quiero seguir en “los lugares especiales hechos para nosotr@s”, porque soy una mujer de 25 años que disfruta estar en los mismos lugares que va la gente de mi edad, con mis amigos y que sé respetar. Y a pesar de muchas veces ser noticia, salir en encabezados, entrevistas y ser reconocida por muchas personas el terreno de la discriminación me demuestra que sigue siendo latente, y si hoy tenemos que ser controversia, alzar la voz y señalar este tipo de actos que violentan los derechos humanos, lo seguiremos haciendo porque yo sé que mañana todo será mejor. Y aclaro que no tengo nada en contra del establecimiento, la música es buena y te atienden muy bien. Pero una bebida de cortesía no es suficiente para la sensación de humillación que tuve que pasar. Amigos les pido que me ayuden a compartir esto #BastaDeTransfobia”