El Diario NY | Nueva York.- Era 2009 cuando la pandemia de gripe aviar y porcina pusieron, literalmente, al mundo de cabeza. El virus de influenza H1N1 comenzó en las aves y se transmitió a los cerdos, para de ahí saltar a los humanos a través del consumo de la carne de esos animales. Para contagiarse entre humanos bastaba con estar en contacto con una persona enferma. Casi 10 años después, una nueva variación del virus causa alerta a la comunidad médica: la influenza canina.
Una investigación publicada por la American Society of Microbiology, realizada en el Centro de Investigación sobre Patogénesis de la Icahn School of Medicine en Mount Sinai de Nueva York, señala los peligros de un virus de influenza detectado en perros del sur de China que acudieron a clínicas veterinarias con problemas respiratorios.
El virus no sería tan preocupante si no fuera porque los perros están en contacto permanente con los humanos y un contagio de una especie a otra (zoonosis), es posible. En Nueva York ya hubo una advertencia médica ante los casos de influenza canina, y apenas este fin de semana, Michigan también puso el acento en los crecientes casos del virus que se han registrado en los últimos días.
Los médicos de Mount Sinai hacen otra observación importante: cuando el virus salta de aves o cerdos a los canes, se recombina con otros virus de los perros, por lo que la influenza se diversifica, de manera que hay virus H1N1, H3N2 (el más común) y H3N9 en los caninos. Además, la gran diversidad que existe en los perros también aumenta la capacidad de combinaciones del virus.
El contagio y los síntomas
Entre los perros, la propagación del virus es tan sencilla como entre los humanos: a través del contacto directo con un perro enfermo, por un estornudo o por objetos contaminados como bowls o juguetes.
Los principales síntomas son fiebre, secreción nasal, estornudos, disminución del apetito, aletargamiento y tos. Si tu perro presenta alguna de estas señales, lo mejor es acudir con su veterinario.
Como siempre, la mejor opción para prevenir el contagio es a través de la vacuna, que consta de dos aplicaciones. Si tu compañero no la ha recibido todavía, consúltalo con su médico.
Y aunque hasta el momento, de acuerdo con el estudio, la influenza canina sólo ha saltado de perros a gatos, es necesario vigilar el desarrollo de la enfermedad. Instancias como los CDC y la agencia de Salud de EU dicen contar ya con protocolos en caso de que la influenza canina se convierta en una amenaza para los humanos.