Guadalajara, Jal.- Aunque el "deambular" de cadáveres por Guadalajara ya le costó su cargo al director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), el paradero de los cuerpos quedó en el aire.
Los 230 cadáveres no identificados permanecían hasta ayer almacenados en en el instituto en dos cajas de tráileres refrigeradas, y se espera que, dada la saturación del IJCF, permanezcan así hasta que se termine el nuevo panteón forense el 30 de noviembre.
Luego de que un camión con 150 cuerpos -algunos con hasta cuatro años de antigüedad- ingresó al instituto forense tras recorrer la zona metropolitana durante varios días, personal informó que el segundo tráiler también regresó a ese lugar la noche del lunes y ayer por la mañana se le realizó una limpieza.
Aunque no se precisó de cuándo eran, ayer circularon fotos de dos cajas de camiones en el IJCF, donde una tiene las puertas abiertas y se observan bolsas negras con los cadáveres, sobre los que camina una persona.
De acuerdo con las normativas, la responsabilidad de los cadáveres es de la Fiscalía estatal.
En el Convenio Específico de Colaboración para la Conservación de Cadáveres, firmado en el 2017 por la Fiscalía General y IJCF, se deslinda al Forense de toda responsabilidad al finalizar los dictámenes.
Octavio Cotero, que fue cesado como director del instituto, afirmó que aunque ese documento es del 2017, aún sigue vigente.
Ahí se señala que la Fiscalía se compromete a dar destino final a los cuerpos y que, en tanto obtiene un lugar definitivo, contrataría un contenedor móvil para conservar y resguardarlos.
Como nuevo director del IJCF ayer fue nombrado Carlos Barba Rodríguez, que se desempeñaba como jefe de Dictaminación Pericial y ahora evalúa la situación de los cadáveres. (Información: Reforma)