Ciudad de México.- Durante la sesión de este miércoles del Consejo Directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) se coincidió en que si bien las redes sociales han ayudado a movimientos mundiales también muchas personas recurren a esas herramientas para dañar.
"Desafortunadamente se han vuelto el refugio del anónimo, de la denuncia sin rostro ni pruebas, lo que lleva a la sociedad a calificar, juzgar y condenar”, externó el compositor Carlos Lara al comentar el tema de la muerte del músico Armando Vega-Gil, quien formara parte del grupo Botellita de Jerez.
En la mañana del lunes se dio a conocer el fallecimiento del bajista, ocurrido pocas horas después de que en su cuenta en Twitter publicara una carta en la que anunciaba su suicidio.
Todo ello se generó tras una acusación anónima divulgada en esa misma red social mediante la cuenta @MeTooMúsicosMX, que fue cerrada temporalmente tras comenzar a difundirse lo sucedido con el también escritor y poeta.
Aunque Lara apoya de manera incondicional cualquier movimiento que vea por los derechos de las mujeres, también se mostró preocupado porque debido al uso inapropiado de las redes sociales mucha gente ha sido afectada no solo en su patrimonio y en su trabajo, sino también en su familia y de manera psicológica.
“Vega-Gil es una prueba que debemos tomar en cuenta", dijo y consideró que la plática sobre las redes sociales debe empezar desde la casa, ser más cuidadosos y hacer conciencia sobre la enorme responsabilidad que uno tiene en el manejo de esas redes”.
A decir del miembro del Consejo Directivo de la SACM, “la fiebre por ser políticamente correctos nos ha enmudecido, pues si bien hay canciones que lastiman o hieren susceptibilidades los creativos tienen derecho a expresar su sentir por esa vía".
De ahí que, señaló, "cada individuo es responsable de sí mismo para escuchar o no determinados temas y llegar al punto de revisar nuestras canciones es llegar a otro límite, porque la creatividad no debe tener fronteras”.
En la opinión de Rubén Zepeda, la extrema sensibilidad que tienen los autores para componer temas puede ser un punto vulnerable para ellos.
“La decisión de Armando Vega-Gil tuvo mucho que ver con su sensibilidad y el momento psicológico en el que se encontraba porque la gente sensible tiene muchas maneras de caminar por lo positivo".
Sin embargo, "un exceso de sensibilidad puede dañar mucho con depresiones más profundas, incluso los problemas mundiales se perciben mucho más grandes”.
El arreglista y productor remarcó que los creadores son extremadamente sensibles y ven las situaciones adversas más grandes de lo que son, a diferencia del común de la población.
“La gente que no cuenta con esa sensibilidad no guarda importancia a nada en su entorno, incluso a acusaciones sin fundamentos, pero un artista de la disciplina que sea puede ser orillado a decisiones extremas hasta dañarse por su extrema sensibilidad”.
El hijo de la actriz María Victoria enfatizó que una denuncia pública sin nombre ni rostro puede ser devastadora y en tal sentido "los artistas debemos tener la fortaleza para manejar ese tipo de situaciones".