Oaxaca.- ¿Qué tienen en común los diseñadores Michael Kors, Isabel Marant y las famosas marcas Mango, Rapsodia, Dior y Mattel? Aparte de que generan millones de dólares en ventas, es que estas empresas también han despertado suspicacias en México y el mundo, al presentar modelos de prendas muy similares a las que artesanos han elaborado de forma tradicional durante muchos años.
Y entre que si son plagios o se trata de “una inspiración en los diseños” de cierta comunidad, como expresó Marant en 2015, lo cierto es que comunidades del los Valles Centrales de Oaxaca buscan protegerse del pirataje, el plagio y coyotaje, a través del registro de marcas colectivas.
Zaapeche y Artiova, son un ejemplo de marcas certificadas (San Bartolo Coyotepec y Teotitlán del Valles, respectivamente) para evitar que los diseños artesanales sean comercializados bajo sellos ajenos a quienes los elaboran.
Sin embargo, pese a los distintos esfuerzos para proteger un arte que es colectivo y no individual, en el que cada artesana tiene su propio diseño, la batalla legal no parece fácil.
Por ahora el registro de marcas colectivas es una opción para frenar ciertos abusos, no obstante, debido a que las características de las marcas colectivas se encuentran dirigidas a las asociaciones o sociedades de productores, o prestadores de servicios, esta no podrá ser transmitida a terceras personas y su uso quedará reservado a los miembros de la asociación.
Con información de Educa Oaxaca