Ciudad de México. Por: Pluma Libre.- Ángela Aguilar ha sido tema de conversación desde hace meses, todo por una simple decisión que, mujeres y hombres toman con frecuencia en cuanto a relaciones de pareja, la diferencia en este caso, fue que se trata de una figura pública.
Y es que no puedo dejar de preguntarme, ¿realmente Christian Nodal vale toda una carrera?, o al menos una que parecía prometedora.
Bueno, creo que al menos todo el mundo, o al menos quien vive atento a los temas de cultura pop o entretenimiento tenemos cronológicamente lo que pasó entre la citada cantante, Christian y Cazzu.
Fue el amor de su vida, es el amor de su vida o solo el calor de la juventud, el deseo y la pasión lo que ocasionó que estos Aguilar y Nodal terminarán enredados en la cama. Bueno al menos ya están casados.
El otro día hablando con una amiga de ese tema tan controvertido dejé en claro dos puntos, el primero es cómo es que decidieron apresurar todo al grado de que se desatará el escándalo que fue o que sigue siendo, y el otro, porqué demonios atacan más a la mujer que al hombre.
En este caso, quien parece solo ser espectador y poco criticado es Nodal, lo cual en mi opinión es una prueba más del machismo y la misoginia con la que vivimos en este México mágico.
Realmente el público de habla hispana ha dado duro, macizo y tupido a la interprete, no sé si sea o no justo, pero lo que sí es, es una realidad.
Hago un paréntesis para recordar que los movimientos publicitarios realizados para limpiar la imagen de esta mujer han sido poco eficientes o dado pocos resultados.
Desde ser nombrada o pagar por el nombramiento “mujer del año”, tratar de aclarar todo en una entrevista americana y en inglés, y hasta aparecer como conductora en una entrega de premios para niños y adolescentes… dicen que de esta última salió con lágrimas en los ojos, y no lo dudo, tener a una audiencia de miles de personas gritando el nombre de la ex mujer y madre de tu actual y recién amarrado esposo, es una experiencia única.
En definitiva, el juicio es innecesario, y la única persona para juzgar sus acciones es ella misma, no nadie más, pero al público le encanta la sangre, el morbo y la libre pluma de las redes sociales ha hecho que este caso sea uno de los más exprimidos por los tabloides, y claro que seguirá generando likes y miles de visitas.
¿Qué pasará con esa historia?, bueno solo el tiempo lo dirá, sinceramente no creo que sea un matrimonio como el que tuvo su abuelo y abuela, Toño y Flor, más conocidos por nombre que por realmente éxitos musicales. Ósea “felices por siempre”
La pregunta seria y real sería: ¿Realmente ha valido la pena todo el dolor por un hombre?