Celaya, Gto., por: Redacción.- Afectados por dos plagas: una de pulgón y otra de trips, los árboles del jardín principal han perdido gran cantidad de su fronda y podrían morir si no tienen un manejo adecuado.

Así lo advirtió el Biólogo, Agustín Pineda Soto, después de que el municipio informó que para atender la problemática se realizó una poda de saneamiento, se aplicará un fungicida para prevenir la aparición de hongos en el sistema radicular y se aplicará un agroquímico para evitar que la plaga reaparezca.

Además de que le aplicarán un fertilizante, una hormona vegetal, para motivar el crecimiento de nuevo follaje.

El biólogo explicó que si bien estamos en la temporada de otoño donde el cambio de estación, la temperatura y la humedad abren la oportunidad para nuevos insectos, éstos árboles enfrentan las consecuencias de una plaga que durante años no se atendió.

“Debemos ser observadores y estar dando un monitoreo y un cuidado de la salud que tenga el arbolado en la ciudad, porque dependiendo también de estas condiciones, pueden completamente perder el follaje e incluso llevar a la muerte al a un ejemplar del arbolado que tengamos precisamente en plazas o en banquetas, incluso hasta en la casa de un particular”.

“Debemos de ser atentos a observar y dar el mantenimiento, procurar precisamente el conservarlos y darles tanto los insecticidas como los nutrientes a la planta para que pueda ser fuerte a estas situaciones”, expresó.

Y advirtió que no se trata de ponerle una sola vez el insecticida o la sustancia para hacer frente a las plagas.

“No se trata de que por una sola ocasión darle alguna poda de tipo de formación o alguna poda de control de crecimiento, sino que hay que estar observándolos y dándoles el mantenimiento constante primavera, verano, otoño, invierno. No podemos hacer una aplicación exclusiva una sola vez de una de estas sustancias y olvidarnos o creer que mágicamente se va a recuperar la planta y va a poder sobrepasar los próximos 60 o 90 años”. “Cuando se hace la aplicación de estas sustancias se debe de hacer el análisis previo para identificar la afectación y el tratamiento que se le va a dar, también tiene un periodo de eficacia, un periodo de residualidad y que tiene sus normas técnicas de que debe de hacerse una segunda aplicación, un segundo tratamiento o incluso el tercer tratamiento puede ser con intervalos de 15 días hasta 20 o 28 días. Entonces aquí hay que tener esa observación de que los tratamientos se den también en tiempo”.

“No tiene el mismo resultado dar una aplicación de estas sustancias por la mañana, que aplicarlo al mediodía o aplicarlo después de las 6 o 7 de la tarde, la gran mayoría de los insectos tienen los hábitos crepusculares, ¿Qué significa?, que están más activos en el momento precisamente del amanecer y cuando ya cae la tarde, en estos momentos, la temperatura es más baja y las condiciones de la humedad que hay en el aire también es más alta, para tener un éxito en estos tratamientos, deben de ser temprano o tarde noche”.

¿Podrían estos árboles morir si no se les da el manejo adecuado?, se le preguntó y expuso: “Si no se les da el manejo adecuado, claro que los llevas a lo que es un proceso de muerte, porque ya están enfermos y en lugar de haber dado un diagnóstico correcto ahora en el tratamiento resulta que no fueron aplicados en el momento idóneo”.

“Si no se les da este mantenimiento obvio, un ejemplar que en lugar de que tenga una expectativa de vida de 70 años o 200 años o muchos años más, dependiendo de la especie, obvio es un ejemplar que lo estás destinando a morir. El exceso de poda también causa problemas vasculares en el tejido de las plantas y hay que ver precisamente en qué niveles, en qué forma. Son cuestiones muy técnicas que si están mal aplicadas y conducen al ejemplar a una muerte”.

Dijo que deberán pasar de 6 a 8 semanas para conocer si fue efectivo el tratamiento que los árboles recibieron este fin de semana, entonces se podrá ser si tienen nuevos brotes.

¿Qué le diría usted como experto a las autoridades de Servicios Municipales para evitar que esos árboles se mueran?, se le preguntó y expuso: “Darle precisamente el monitoreo, no tengan menoscabo en un presupuesto de decir es que nada más por una vez vamos a comprar un tratamiento. No, la salud y el mantenimiento, la recuperación siempre va a ser más costosa y esto tiene que ver por el error de que no se les da un monitoreo y un mantenimiento previo”. “El remedio siempre es más caro que la prevención y si este es el momento para aprender de decir tenemos que tener cuidado y dar un mantenimiento exacto, puntual, pues hagámoslo, porque al cabo de los años, precisamente es más caro el remediar que el prevenir”.

Agregó que estos son árboles que superan los 100 años, y pueden quedar para otro siglo siempre y cuando tengan un buen mantenimiento.

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