Celaya Gto.- El jardín principal fue el escenario de la despedida de autoridades municipales, deportistas y ciudadanía, al boxeador celayense Robinson Castellanos rumbo a su próximo combate frente al panameño Jezreel Corrales.
Durante este evento de despedida, asistió el secretario del Ayuntamiento, Francisco Montellano Rueda, en representación del alcalde, Ramón Ignacio Lemus Muñoz Ledo; así como Andrés Barrientos González, en representación de Marco Heroldo Gaxiola Romo, director del Sistema Deportivo Celayense (SIDEC).
“Reconocemos ese gran esfuerzo llevado día a día y ahorita estas culminando el trabajo de muchos años. Estamos seguros de que este sábado 15 de julio vas a levantar el brazo”, expresó Montellano Rueda.
Robinson Castellanos agradeció el apoyo y confía en regresar a Celaya con el título de campeón súper pluma de la AMB.
“Encantado y emocionado de ver tanta gente apoyándome. La verdad, nervioso y lleno de alegría. Darle gracias a Dios, a mi familia y a todos ustedes por este gran apoyo. Estamos a una semana de poder regresar un campeonato mundial aquí a Celaya y a Guanajuato, y que México tenga un nuevo campeón mundial”.
También acudieron a desearle suerte al púgil celayense, la seleccionada nacional de rugby, Jazmín Ramírez; el campeón absoluto nacional de karate, Jorge Ramos; el seleccionado nacional juvenil de básquetbol, Andrés Serrano; además del ex campeón mundial welter hispano de boxeo, Nicolás Lucio.
Castellanos Sánchez estuvo acompañado por su hermano Balaam, quien forma parte de su equipo de trabajo. El celayense disputará el campeonato súper pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ante Jezreel Corrales, pelea que se llevará a cabo el sábado 15 de julio en Inglewood, California.
La última contienda de Castellanos fue ante el cubano Yuriorkis Gamboa, al cual derrotó por nocaut técnico en el séptimo episodio, el pasado 5 de mayo en Las Vegas Nevada. Robinson Castellanos ha sido doble campeón mundial plata peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en el 2011 y 2015, además de refrendar su corona en ocho ocasiones.
