Celaya, Gto., por: Redacción.- Cuando apenas tenía 18 años, Felipe Jiménez Sánchez se convirtió en bombero, y permaneció 37 años de servicio en el Heroico Cuerpo de Bomberos de Celaya, desde que existe la corporación ningún elemento había sido asesinado.
Felipe con 55 años de edad, es el bombero que tras una agresión murió ayer al acudir a atender la quema de vehículos que un grupo de la delincuencia realizó por diversos puntos de la ciudad.
“Empezó de técnico en fugas, luego llegó hasta jefe de estación. Tenía el grado de Capitán por mérito, por tanto tiempo. Era muy buen maquinista, un muy buen compañero”, relató Lorenzo Ahedo Rodríguez, Jefe de Bomberos.
Felipe aprendió a ser bombero en las academias de los primeros bomberos de Celaya, la familia Capulín, después se siguió preparando.
También se formó como técnico en emergencias médicas y laboraba a la par de Bomberos como paramédico en la Cruz Roja Mexicana.
¿Siempre quiso ser bombero él?, Ahedo respondió: “Yo creo que sí, llegó bien chavito, le gustaba ser bombero, de hecho era muy bueno en su trabajo. Al principio Felipe tenía un modo, una coraza, dicen los que lo conocían, muy recia, pero se le fue quitando y cada vez se fue queriendo más aquí”.
“Era un pilar, de él aprendieron muchos, bastantes, yo aprendí de él a activar la motobomba y todo eso yo aprendí de Felipe”, recordó el Comandante Lorenzo.
La noticia de su muerte les llegó a sus compañeros por el radio de comunicación del C4, algo que no podían creer, que jamás hubieran esperado.
“Nos enteramos por vía radio del C4, estábamos ya en el estrés de las quemas y a esa hora se nos rompió todo. Estábamos aquí en la central cuando nos estábamos apenas reagrupando para salir a todo lo demás y fue cuando nos hablan”.
Felipe había salido al barrio de Tierra Blanca al reporte sobre la avenida Lázaro Cárdenas de la quema de un auto
“Ahí era el reporte, luego nos reportó por radio que alguien, no sabemos quién, le dijo que era para Mutualismo, fue cuando se fue para allá”.
El jefe de Bomberos explicó que se han preparado para enfrentar los siniestros, inclusive para soportar agresiones físicas de personas alteradas por la pérdida de sus bienes tras un incendio, pero jamás podrían prepararse para enfrentar balas.
“Hemos tratado y le hemos echado muchas ganas, tanto la autoridad como nosotros para tener mucha salud ocupacional, equipos de aire, equipos de materias peligrosas, para seguridad a nosotros, y capacitarnos en eso, pero en esto que ocurrió la verdad no”.
“Yo pensé que a los bomberos no (los atacarían a balazos), ni a la Cruz Roja, ni a nadie que sirve. Ahora sigue trabajar con más precaución, y pedirle a la ciudadanía que estamos para servirle a todos, a quien sea. Hemos recibido agresiones, han sido muchas agresiones, pero luego entendemos que los ciudadanos están estresados porque se les quema su casa, y el típico que para eso nos pagan, se pagan sus impuestos y todo eso lo podemos capotear, entendemos esa situación de los ciudadanos que están envueltos en esa emergencia, pero esto no (agresión con armas)”.
*Con dolor y temor trabajan bomberos
Consternados por el asesinato de su compañero Felipe Jiménez, y con temor, trabajan los bomberos de Celaya.
Luis Ramón Ortiz dijo que ingresó al Heroico Cuerpo de Bomberos en 1993, ahí conoció a Felipe quien para ese entonces ya llevaba trabajando 6 años como voluntario.
A Felipe lo caracterizó siempre su carácter duro, serio, dijo, pero eso jamás le impidió ser un buen compañero.
“Siempre fue un compañero así serio, su carácter serio, pero como trabajador, como compañero, siempre fue solidario, un buen compañero como bombero, de mucha confianza. Su función era ser maquinista, operaba el camión, nos daba agua y siempre su desempeño fue muy bueno, no hay nada que decirle, Felipe siempre fue una buena persona”.
“Sin duda es muy triste que esté pasando esto y más el ver que ya ni siquiera los cuerpos de ayuda, los cuerpos de emergencia se les respete, es muy muy triste ver que la figura del bombero, la figura de los compañeros paramédicos en las ambulancias ya no se respeta. Uno lo que viene aquí es a dar su tiempo, hay gente que está de planta y están los voluntarios también y da un cierto nivel de temor el venir, pero no se puede dejar de prestar servicio”, expresó Ortiz Oropeza quien es Bombero Voluntario.
Dijo que incluso su familia le pedía ya no acudir a bomberos, pero insiste en que la población necesita la ayuda y la corporación que unos con otros se consuelen.
“La población necesita seguir recibiendo la ayuda en cuanto a lo que se ocupe, pero sí el sentir de aquí no deja de ser un poquito de incertidumbre. El incendio, el choque, tienen sus riesgos, pero la seguridad personal es lo que ahorita pues todos traemos en la cabeza”.
“En lo personal la familia nos dice que no viniera, pero es en estos momentos cuando más se necesita estar aquí juntos, confortarnos unos con otros, demostrar lo que nos han enseñado aquí desde, desde toda la vida, el compañerismo, la solidaridad, la hermandad que hay entre todos”.
José Raúl Pimentel es bombero desde hace 23 años, los mismos que Felipe ha sido su compañero.
“Era muy fuerte, era una persona muy recia. Él tenía una frase célebre, que todos la vamos a recordar, decía -yo no tengo amigos-, pero aun así él cambió demasiado”.
“Él hacía mucho equipo, hay mucha gente de las nuevas generaciones que lo quería mucho. Él decía, yo no tengo amigos, pero creo que ahora le recordamos muchos, hay muchas personas en las redes sociales que manifiestan su aprecio a él, mucho que a lo mejor, él se acercaba directamente con la persona y les daba algún consejo y él no necesitaba que lo supiera la demás gente”.
José Raúl lo recuerda como un hombre responsable y dedicado al servicio tanto que trabajaba en Cruz Roja cuando salía de bomberos.
“Él me aplicó un examen para manejar unidades de rescate, y me estaba acordando, que teníamos que meter una unidad en un cierto espacio, y me dice te toca a ti y me hizo el espacio más chiquito, y me dijo -tú puedes, tú eres muy bueno-, y eso lo recuerdo con mucho cariño”.
Raúl dijo que ayer no querían creer la noticia de su muerte, confiaban en que siguiera con vida.
“Nos pasó otra ocasión con otro compañero, que no fue de aquí de Bomberos, y se manejaban muchas cosas, que ya había fallecido y yo tenía la esperanza de que fuera, como esa vez, que fuera nada más la noticia así por soltarla y que lo tuviéramos internado en la clínica todavía con vida, pero ya lamentablemente después el comandante nos confirmó que nuestro compañero ya había fallecido”.
Dijo que no se explican cómo pudieron atacar a una persona que sólo transportaba agua.
“No habíamos tenido ese problema, por eso nos admiró mucho que ahora el ataque fue directo porque se comentan que fueron diez, que fueron siete, no fue ni siquiera uno, fueron varios (disparos), y contra una unidad que simplemente trae agua, pues no se explica”.
“Yo en lo personal, con temor, el simple hecho de salir hoy de la casa y que te manden mensajes tus hijas, y te digan papá cuídate, persígnate, da miedo. Pero aquí seguimos, yo creo que Celaya se merece que sigamos trabajando por ella, con miedo pero trabajando. Llevo más de 23 años en esto, y vamos a trabajar con miedo, pero echándole las ganas”.