Salvatierra Gto. Por: Christian Allen.- Y es que el mundo ocupa más gente con verdadera vocación de servicio, que trabajen por amor a lo que hacen y que no lo hagan solo por el dinero.
Hoy te contaremos la historia de María Elena Rodríguez Lemus, una enfermera que desde los 13 años de edad, supo que quería dedicarse a sanar y ayudar a los enfermos, y que a pesar de que, desde hace diez años tiene la posibilidad de jubilarse, sigue trabajando ‘por amor a sus enfermitos’, dice.
Ella trabaja en el centro de salud del Municipio de Salvatierra desde el año 2000. Originaria de Moroleón Guanajuato y luego de haber iniciado su carrera en Monterrey, en la Cruz Roja y haber trabajado en la Enfermería de los Ferrocarrileros Nacionales, regresó desde el año 1979 y desde entonces ha atendido a centenas de personas.
“Desde los 14 años soy enfermera, primero me nació porque yo curaba a un indigente que estaba por mi casa y de ahí me nació la vocación, mi mamá me decía que ya no quería que yo fuera a la secundaria, pero yo le contradecía porque yo le dije que quería ser enfermera”.
“Ahora en la actualidad mis pacientes, son muy importantes para mí y tengo de todo, niños, adultos, pongo sondas, pies diabéticos, atendemos de todo”.
Contó que cada vez que le preguntan por su jubilación, que lo puede hacer desde hace diez años, dice que se pone triste y que mientras pueda seguir trabajando lo hará.
“Yo me pongo triste cuando me preguntan, Malena cuando te jubilas, les digo que yo voy a seguir el tiempo que yo pueda hacerlo, ya llevo diez años de más, y nunca olvidaré ese abril de 1979 que empecé a trabajar aquí en Guanajuato.
“Soy enfermera de vocación, que, si me sirve lo que me pagan, todos necesitamos el dinero para vivir, pero a mí no me es tan indispensable, yo soy feliz viniendo aquí y ayudando a la gente y sobre todo ver que sanan completamente”.
Malena también envió un mensaje a las nuevas generaciones de jóvenes que desean estudiar, o ya están preparando para emprender esta carrera: “Cuando curemos a alguien, lo hagamos de la mejor forma para que sanen y darles los mejores consejos a nuestros pacientes, hay que hacer el trabajo con amor para que sanen, yo les digo a los pasantes que me mandan, vamos a hacer el trabajo bien hecho o mejor no lo hacemos”, dijo.
Finalmente dio cuatro consejos a todos los que estén convaleciendo o pasando por alguna enfermedad, dijo: “Son cuatro cosas para que un paciente mejore su herida, primero la alimentación, segundo el medicamento, la curación y también lo psicológico, que la gente busque siempre tener paz emocionalmente y estar tranquila”.
Tras la entrevista, Malena siguió atendiendo con una sonrisa en el rostro a los pacientes que ya hacían fila para recibir su curación y consejos.
*Vienen desde Estados Unidos a ser curados por la enfermera María Elena.
Josué Arreola, mexicano de 46 años de edad, quien padece diabetes y que hace cuatro años fue víctima de un accidente, al que le tuvieron que amputar hasta la parte del tobillo, viaja cada que es necesario desde Illinois, en Estados Unidos para ver a su enfermera.
Este paciente dijo que las curaciones que se hacen en México, en Estados Unidos, son recomendaciones que hacen para que los pacientes las hagan solos en casa, cosa que él no quiso, ya que piensa que de haberse atendido solo, el padecimiento lo hubiera hecho perder el resto de la pierna.
“Ella (Malena), casi me rescató el pie, me lo tuvieron que operar por unos químicos que me cayeron en el trabajo, pero ella en cuatro años ha salvado a muchas gentes de sus pies, a muchos que padecen diabetes”
“En Estados Unidos no curan, sino que a uno le recomiendan que se lave uno mismo con agua oxigenada, pero ella me dice que eso es peligroso, y que las heridas tienen que cuidarse, también viajo por trabajo a El Salvador, y ese es otro lugar en donde no se da atención debida”, relató.
No es de ahora, sino de siempre, que todos hemos escuchado quejas por parte de las personas que se dedican a esta labor. Sí bien es cierto que deben tener cabeza fría para trabajar, también es verdad que si lo hacen con amabilidad, vocación y respeto por los pacientes, las satisfacciones serán grandes, tanto para los que se dedican a curar, y claro, para las personas que deben ser atendidas.
“Que le pongan más atención a lo que quieren ser, a veces vienen por el dinero porque dicen que las enfermeras y enfermeros ganamos bien, pero como en cualquier otro trabajo, no se trata solo de ganar dinero, sino que nuestros pacientes vayan sanando día con día”, concluyó Maria Elena.