Celaya, Gto, por: Redacción.- Para los familiares de las víctimas de las explosiones del 26 de septiembre de 1999 no ha existido justicia hasta ahora respecto a los responsables de la tragedia que les arrebató la vida en el sitio a 71 personas y que dejó heridas y mutiladas a más de 350 personas.
Pero también existe indolencia de la población que pese a la tragedia sigue comprando, almacenando y detonando pirotecnia, a pesar de que, tras la tragedia, está prohibida en el municipio.
Hoy con un rosario alrededor de 15 personas se acercaron a la calle Antonio Plaza, al lugar donde ocurrió la tragedia, entonces llamado Abarrotera Celaya”.
Iban a rezar por sus fallecidos y los fallecidos de otras familias que ya no se presentaron pero que igual resultados afectadas por las explosiones.
La señora Ernestina Lizardi, quien perdió en las explosiones a su hijo de 6 años y a su esposo, cuestionó la falta de atención, pero también de justicia.
Hace unos meses la operaron de la cadera y tiene pendiente la operación de una rodilla, ya que por ahora no puede caminar.
“Estoy mal, me operaron de la cadera porque no podía caminar, duré 4 años en silla de ruedas, de la rodilla desde cuando dicen que me la van a operar pero nada”, expresó.
Actualmente se encuentra en silla de ruedas y una mujer mayor se encarga de ayudarla.
Juana García, madre del Policía Pedro Ávila García, quien murió mientras ayudaba en la tragedia, dijo que el dolor no termina.
“Este día significa mucho dolor, todavía, vivimos, prendimos a vivir sin ellos, pero siempre están en nuestro corazón en cada acto, en cada cosa que vemos, en su santo”.
Su hijo Pedro cumplía años el 30 de marzo, este año hubiera llegado a los 43 años de edad.
La señora Juana dijo que quienes perdieron un ser querido o terminaron lesionados, nunca tuvieron justicia.
“De 7 años que le dieron a la señora (Angélica dueña de Abarrotera Celaya donde ocurrió la explosión) por tantas vidas, no es nada, reparación del daño no hubo, nada más nos traían vueltas y vueltas”.
La misa dijo que se dejó de hacer porque no se respetaba el espacio por los transeúntes mientras realizaban la ceremonia.
Lamentó además que la población sigue vendiendo y usando pirotecnia a pesar de que está prohibido en Celaya a raíz de esta tragedia.
José Antonio Ocampo creció sin su padre, tenía 12 años cuando las explosiones de lo arrebataron.
“Era taxista, hay una versión que me gusta creer más, personas decían fue fueron rescatadas por un taxista que traía una camisa blanca con logotipo de taxi, y según tenemos en el registro es el único taxista con ese uniforme que falleció en el momento”.
La otra versión señala que estaba almorzando la cual su familia no cree porque desayunó con su esposa y sus 2 hijos a las 9 de a mañana.
“Ha sido bastante difícil, yo tenía 12 años, somos 2 hermanos, la carga para un adolescente quedarse a cargo de un niño pequeño de 6 años de edad que ni siquiera recuerda cómo era su papá”.
José Antonio terminó seriamente afectado emocionalmente por la muerte de su padre, tan sólo terminó la secundaria.
“Que él estuviera representaba algo muy diferente en nuestra historia porque nosotros no éramos de aquí y alno tenerlo fue verlos lejos de toda la familia, completamente solos, mi mamá, mi hermano y una tía”.
“Fue enfrentarnos a la soledad, a la lejanía de la familia, a la duda de si regresábamos a México o nos quedábamos aquí y al cambio tan trascendental de no tener un papá y ver a mi madre sola”.
Para él nunca tuvieron justicia los lesionados y las víctimas de las explosiones y sus familias.
“Me siendo defraudado por el gobierno, cuando Fox era gobernador autoriza la venta de pirotecnia en ese lugar y me siento defraudado porque los responsables nunca fueron enjuiciados”.
“La esposa del dueño ciertamente entró a la cárcel, pero hubo más responsables que no nos dieron la justicia a nosotros como víctimas, en ningún momento nos sentimos pagados por la cantidad que nos dieron, ni paga para nada ni las enfermedades que quedaron, ni las lesiones ni nada”.
“No sólo la muerte porque representa un cambio total, pero hay muchos heridos que quedaron sin piernas y sin brazos, el gobierno no nos dio apoyo en su momento y el paso de los años mucho menos”.