Estados Unidos.- Al enterarse de que sería ejecutado, Rubén Cárdenas Ramírez pidió como deseo ver a su madre Sanjuana Cárdenas todos los días hasta su ejecución. En la prisión Allan B. Polunsky, en Livingston, Texas, no se le ofreció “última cena”.

Su mamá, de 66 años de edad, lo ha acompañado en el proceso legal desde 1997 cuando fue condenado a la pena de muerte por los delitos de secuestro, violación y homicidio de su prima hermana Mayra Azucena Laguna, de 16 años de edad. El Departamento de Justicia Criminal de Texas fijó la fecha de ejecución de Rubén para el día 8 de noviembre de 2017.

El Instituto de Atención al Migrante Guanajuatense y sus Familias informó que por ley se concedió a Rubén la petición que hizo para que permitieran que su progenitora lo visitara el mayor tiempo posible; el organismo público le ha costeado los pasajes de Edimburgo, Texas, en donde tiene su casa, a la prisión en Allan B. Polunsky, en Livingston, Texas.

El consulado le ha brindado atención médica y psicológica. En Texas dese hace muchos años las condenas a la pena capital no tiene derecho a la última cena, la noche previa a su ejecución.

Sanjuana, enferma de epilepsia, se ha mantenido en lucha por la vida se su hijo desde hace dos décadas, en las que recurrió al ex presidente Vicente Fox, a los gobernadores del estado de Guanajuato, de donde ambos son originarios, para que se demuestre la inocencia de su hijo.

Ha pasado años entre abogados y representantes del consulado.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here