Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una nueva orden ejecutiva que impone más sanciones financieras al gobierno de Venezuela, pero que no limita del todo las transacciones petroleras entre los dos países.
En un comunicado de prensa que difundió la Casa Blanca, se indica que las nuevas penalidades son en respuesta a las continuas acciones por parte del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de restringir el acceso a su ciudadanía por intereses políticos, a los alimentos y medicinas y por las violentas supresiones a la gente que libremente expresa su opinión en contra del gobierno.
“La decisión del régimen (de Maduro) de crear una Asamblea Constitucional ilegitima y de contar con una entidad que usurpa los poderes de la Asamblea Nacional democráticamente electa; representa un rompimiento del legítimo orden constitucional de Venezuela”, destaca el mensaje de la Casa Blanca firmado por Sarah Huckabee Sanders, la portavoz de Trump.
Las sanciones prohíben la realización de nuevas transacciones por parte de entidades estadunidenses privadas y del gobierno federal, sobre los nuevos bonos de deuda emitidos por el gobierno de Maduro y la paraestatal petrolera bolivariana PDVSA. A su vez, anula el manejo de algunos bonos preexistentes del sector público venezolano y de pagos por dividendos al gobierno de Maduro.
Las sanciones contienen una cláusula de excepción por un plazo de 30 días, que permite el financiamiento del intercambio comercial de Petróleo (exportaciones e importaciones) que involucren únicamente a la empresa energética Citgo (distribuidora de gasolina en Estados Unidos) y de asuntos preexistentes selectos de deuda venezolana; y para el financiamiento de mercancías por razones humanitarias.
Estas excepciones que reflejan un doble estándar en las políticas de Trump y que se avocan a mantener intactos los intereses energéticos de Estados Unidos en Venezuela, fueron etiquetadas por la Casa Blanca como medidas para mitigar el “daño” a la sociedad venezolana por parte de la estadunidense.
“Las medidas están cuidadosamente calibradas para negarle a la dictadura de Maduro recursos críticos que financien y mantengan su mandato ilegítimo, para proteger al sistema financiero de Estados Unidos de cualquier complicidad con la corrupción en Venezuela, el empobrecimiento del pueblo venezolano y que permita la asistencia humanitaria”, anotó la Casa Blanca.
El gobierno de Trump enfatizó que no está solo en condenar y castigar al régimen de Maduro. Como ejemplo mencionó la Declaración de Lima, emitida y firmada el pasado 8 de agosto en Perú, por varios países de la región interamericana que rechazan reconocer la legitimidad de la Asamblea Constituyente.
“Estados Unidos reitera su llamado a que en Venezuela se restaure la democracia, se lleven a cabo elecciones libres y justas, se libere inmediatamente de manera incondicional a todos los prisioneros políticos y se ponga fin a la represión del pueblo venezolano”, concluye el comunicado de la Casa Blanca. (Fuente: Proceso)