San Juan, Puerto Rico.- Los puertorriqueños despertaron este jueves en una isla devastada y sin energía eléctrica por el paso la víspera del huracán María, que dejó un muerto antes de seguir camino hacia el norte de República Dominicana con vientos de 185 Km/hora.
En su arrasador paso por las Antillas Menores y las Islas Vírgenes estadounidense, oscilando entre las categorías 4 y 5 la mayor parte del tiempo, María ha dejado 10 muertos en total y la pequeña isla de Dominica destruida e incomunicada.
Rebajado a categoría 3 de la escala Saffir-Simpson (de máximo 5), su ojo rozará la costa norte de República Dominicana antes de adentrarse en el Atlántico Norte.
La peor experiencia
Un hombre falleció en Bayamón, en el noreste de la isla, confirmó a la AFP Yennifer Álvarez, portavoz de la casa de gobierno. El tablón que había clavado para tapiar la ventana se desprendió y lo golpeó de muerte.
Los primeros reportes hablaban de inundaciones y grandes perjuicios a la infraestructura y el gobierno declaró toque de queda de 18H00 a 06H00 locales hasta el sábado.
«Esta es absolutamente la peor experiencia que hemos tenido con un huracán», dijo a la AFP Kim Neis, una estadounidense que ha vivido en la isla 30 años. «Ninguno de los anteriores fue tan intenso como éste».
Durante la noche, decenas de familias fueron rescatadas en un suburbio de la capital San Juan, informó la gobernación. El lago Levittown se desbordó y algunos además habían perdido los techos de sus viviendas.
Una residente de esta municipalidad, Toa Baja, publicó un video que mostraba el agua llegando hasta el segundo piso de su edificio. «Estamos pillados, Dios nos cuide, no podemos hacer nada», dice la mujer sin identificarse. «No podemos subir porque el viento no nos deja, mira cómo el agua se mete con olas».
El gobernador, Ricardo Rosselló, había dicho la noche del miércoles que «el daño es muy extenso (…) Hay muchas inundaciones, mucho daño a las infraestructuras, el sistema de telecomunicaciones está parcialmente caído, la infraestructura de energía está completamente caída».
«El 100% (de la isla) debe estar sin servicios de energía eléctrica», dijo Abner Gómez, director de la agencia estatal de gestión de desastres (AEMEAD), la tarde del miércoles.
El servicio eléctrico puertorriqueño ya había demostrado fragilidades con el paso del huracán Irma hace dos semanas y aún faltaba restablecer la electricidad a 50.000 abonados.
«Nuestra vida como la conocíamos cambió», dijo entre lágrimas la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruza, a un grupo de periodistas en un refugio en San Juan durante la tormenta. (Información: AFP)