Ciudad de México. Fuente: Infobae.- En una revelación que sorprende tanto por su tono íntimo como por el nivel de detalles, Al Pacino compartió cómo vivió el momento en el que supo que sería elegido para el papel de Michael Corleone en El Padrino. La historia, narrada en su nuevo libro de memorias titulado Sonny Boy, brinda una perspectiva inédita de los comienzos de la producción de la icónica película dirigida por Francis Ford Coppola, que marcó un antes y un después tanto en la carrera del actor como en la historia del cine.
El relato comienza con una anécdota casi sacada de un guion cinematográfico: un joven Pacino, que entonces era un actor relativamente desconocido fuera de los escenarios de Broadway, recibe una inesperada llamada telefónica que cambiaría su vida. Del otro lado de la línea estaba Coppola, un director que había quedado profundamente impresionado por su actuación teatral y estaba decidido a incluirlo en uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera.
“Voy a dirigir The Godfather y quiero que seas Michael Corleone”, rememoró el actor en su libro, recordando las palabras exactas de Coppola. En ese momento, el actor no podía creer lo que escuchaba. La novela de Mario Puzo, en la que se basaba la película, ya era un éxito de ventas, y el papel de Michael Corleone prometía convertirse en uno de los más codiciados de Hollywood. Sin embargo, para Pacino, aquello parecía una fantasía, algo completamente fuera de su alcance. “Para un director ofrecerte un papel por teléfono, sin intermediarios, y este rol en particular… era como un golpe de suerte de un millón a uno”, escribe en sus memorias.
Pero, como revela el propio Pacino, el camino para obtener el papel no fue fácil. Paramount Pictures, el estudio detrás de la película, no lo veía como una opción viable para encarnar al hijo menor del Don Vito Corleone, interpretado por Marlon Brando. Los ejecutivos del estudio tenían en mente actores mucho más establecidos y populares en ese momento, como Jack Nicholson, Robert Redford, Warren Beatty y Ryan O’Neal. Estos nombres representaban el tipo de imagen que el estudio consideraba ideal para el personaje de Michael: atractivo, carismático y con una fama que garantizara el éxito de taquilla.
“Michael debía ser pequeño, moreno y atractivo de una manera delicada, alguien que no pareciera una amenaza”, detalló Pacino, refiriéndose a cómo Mario Puzo había descrito al personaje en su novela. Este contraste entre la descripción del autor y las preferencias del estudio hacía que la idea de que un actor como él fuera elegido pareciera aún más improbable.
A pesar de la resistencia de los ejecutivos, Coppola no cedió. Según relata Pacino, el director ya había enfrentado la negativa del estudio cuando quiso contratar a otros actores claves para la película. En sus memorias, Al menciona que Paramount había rechazado a James Caan y Robert Duvall para otros roles importantes, e incluso habían mostrado reticencia a la idea de tener a Brando, quien más tarde ganaría el Oscar por su interpretación de Vito Corleone.
La llamada que transformó la vida de un joven Al Pacino vino de Francis Ford Coppola (Wenn.com)
“El estudio no me quería, pero Francis sí. Y no hay nada más poderoso que un director que te quiere en su película”, señaló el actor, haciendo hincapié en la importancia del apoyo incondicional de Coppola en su selección para el papel.
El punto de giro emocional en esta historia llega cuando Pacino decidió compartir la noticia con su familia. Lleno de emoción, el actor llamó a su abuela para contarle que había sido elegido para interpretar a Michael Corleone. La mujer, sin saber del todo lo que esa noticia implicaba, le respondió con una revelación sorprendente: su abuelo había nacido en Corleone, el pequeño pueblo siciliano que había inspirado el apellido de la familia ficticia en la novela de Puzo. Este hecho, desconocido para Pacino hasta ese momento, lo llenó de una sensación de destino cumplido.
“Pensé que debía estar recibiendo ayuda de algún lugar, porque, ¿cómo podría suceder algo tan imposible como esto?”, reflexionó en su libro”.
El actor ha comentado en varias ocasiones que El Padrino fue un punto de inflexión en su carrera, pero pocas veces se había referido a la incertidumbre y el asombro que sintió cuando fue elegido para el papel. La película, que finalmente se estrenó en 1972, no solo se convirtió en un éxito rotundo, sino que también cimentó el lugar de Pacino en la historia del cine. La película recibió múltiples premios Oscar, incluidas las estatuillas a Mejor Película y Mejor Actor para Marlon Brando, mientras que Pacino fue nominado en la categoría de Mejor Actor de Reparto.
A lo largo de los años, Pacino ha seguido reflexionando sobre el impacto que tuvo Michael Corleone en su vida. En su nuevo libro, el actor reveló no solo los detalles detrás de su inesperado casting, sino también sus emociones en torno a lo que significó ser parte de uno de los proyectos cinematográficos más importantes de todos los tiempos.