Ciudad de México. Por: Christian Allen.- En un día de por sí ya bastante oscuro para el mundo, tras la victoria de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. En un día con un clima frío, no solo en Estados Unidos, sino también en México, se acaba de dar a conocer que el Congreso deshecho la propuesta de Enrique Peña Nieto sobre la aprobación del matrimonio igualitario, que, aunque ya se pueden casar las parejas del mismo sexo en el país, aún se enfrentan a muchos obstáculos legales con la desaprobación de la iniciativa de ley.
Fue precisamente con el voto mayoritario de la fracción del PRI, la Comisión de Puntos Constitucionales rechazó la propuesta que envió el Presidente al Congreso.
Ya no vale la pena ni siquiera hablar sobre las personas que están a favor, aunque se agradece su mente y amplio concepto sobre los Derechos Humanos, que nada tienen que ver con religión, ni con cultura, ni con creencias, ni con ideologías… sino con libertad y democracia.
Los derechos así, para una minoría han quedado coartados, los derechos de gente que sigue siendo víctima de odio, e incluso de actos criminales con la creciente y alarmante cifra de asesinatos de personas homosexuales y transexuales en diversas partes de México.
Pueden ser varias las causas de ir para tras en materia de derecho, ya sea político o por presión social, o por ambas, sin duda la Iglesia Católica y miles de gentes desinformadas lograron el objetivo de marchar en contra de los derechos. Porque la marcha se hizo para eso, aquella marcha “por la familia” que dio la vuelta al mundo y que avergonzó a millones de mexicanos ante el ojo internacional, parece haber funcionado.
«Soy católica y respeto a mi Iglesia, pero también soy mexicana y respeto la Constitución y las leyes. En nuestro país, la separación entre los temas del Estado y los temas de culto existe desde los tiempos de la Reforma, pero la convivencia del cumplimiento de la ley y la fe existe y se sustenta en una frase más que clara: Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», dijo una voz en el Congreso esta tarde y vaya que tiene razón.
De lo que podemos estar tranquilos es que en el caso de los curas pederastas, quienes también están en contra, y vaya que hicieron lo propio para dejar sin derechos a miles, es que perdonados están por Dios de sus delitos sexuales contra NIÑOS VIOLADOS.
De lo que podemos estar tranquilos es que la doble moral dentro de Instituciones Políticas como el PAN, que sigue en contubernio con la Iglesia, mientras que por otro lado también gusta de ‘cosas pecaminosas como las ‘teiboleras’, y las fiestas con prostitutas (pagadas con dinero del erario), los moteles de paso seguirán su curso normal, y con la ‘conciencia tranquila’ de haber echado para atrás los derechos civiles y humanos de una comunidad.
En esto sí, lástima que el PRI, quien también goza de pésima reputación y mala imagen dejó que la presión de una mínima parte de la población ganara sobre decisiones que hubieran colocado a México al mismo nivel que muchos países desarrollados.
Y no, lástima que no hay capsulas del tiempo que puedan congelar a los que queremos ver un país en donde la libertad de expresión, la diversidad incluida, el amor y el respeto sean una forma de vida.
Esperemos que en 50 años a partir de este oscuro y frio 11 de noviembre (9/11), el panorama para las futuras generaciones sea otra.
Que el ser humano haya evolucionado aún más, ya que actualmente todavía tenemos muchas similitudes con el mono, y nuestra conducta animal nos está colocando como la más sangrienta y salvaje especie que habita en este planeta.