No hay peor traición en este mundo, que tu propio compañero de trabajo te robe la comida, esto fue justo lo que le pasó, a un oficial de policía que sufrió de un hurto en su propia agencia, por muy irónico que parezca fue otro policía y el propio compañero del afectado, quien perpetuo el descarado robo en las instalaciones la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Si hay algo sagrado para los mexicanos es nuestra comida, que defendemos a capa y espada, y los quesos no son la excepción, desde el delicioso quesillo o queso Oaxaca hasta asadero, el Chihuahua y demás, el atractivo que ofrecen los quesos pueden llevar a cometer crímenes como el que llevo a cabo este policía, que sin pudor sustrajo los alimentos de su compañero en su propio lugar de trabajo.
¿Cómo sabemos todo esto? Porque el flagrante robo quedó registrado en cámaras de vigilancia, video que se volvió viral en redes sociales donde varios usuarios reaccionaron a las imágenes con humor y cometarios graciosos, mientras que otros más comentaron que después de todo, esto, visto bajo la lupa de la ley, es un robo, y por lo tanto debería ser castigado al igual que el resto de delitos, sobre todo por que fue llevado a cabo por un policía.
En el video que principalmente causo furor en Twitter, se puede ver como el oficial acusado del robo, ataviado con camisa blanca y pantalón negro entra en una habitación donde se encontraba el frigobar que guardaba los quesos, para después salir del mismo con una bolsa de plástico que contenía un queso doble crema y una bola de queso Oaxaca, una vez con los quesos en mano, el susodicho se va de la escena campante.
«Con los quesos no» y «Espero ese quesicidio, no quede impune» fueron algunos de los comentarios de la gente que se rio de la situación, aunque no todo era risas y diversión puesto que también hubo gente preocupada por el robo dado que las personas que se suponen están velando por la justicia también pueden cometer crímenes por insignificantes que sean, por lo que ahora solo queda la duda si de verdad se trató de un robo o solo un «inocente favor».