Ciudad de México.- Aunque no lo quieras aceptar, hay algunas señales que te van a demostrar que no eres feliz en tu matrimonio y la convivencia entre ustedes cada vez es menos saludable. Están a poco de terminar en divorcio.

Las siguientes señales muestran a la perfección las situaciones por las que pasan los matrimonios que no están satisfechos con la relación. Viven frustrados con la convivencia.

Aquí tienes 15 señales comunes de que podrías no ser feliz en tu matrimonio. No necesariamente indican que la relación está condenada, pero sí pueden ser señales de alerta que vale la pena explorar

Señales de que no eres feliz en tu matrimonio

Te sientes solo, incluso estando acompañado: Estás con tu pareja, pero te invade una sensación de soledad emocional.

Evitas pasar tiempo con tu pareja: Prefieres quedarte en el trabajo, con amigos o incluso solo, antes que pasar tiempo en casa con tu cónyuge.

La comunicación es mínima o superficial: Hablan poco, y cuando lo hacen, es solo para tratar asuntos prácticos (niños, cuentas, tareas).

Falta de intimidad física o emocional: La conexión física o emocional ha disminuido significativamente o desaparecido.

Matrimonio infeliz. Foto: Freepik

Frecuentes pensamientos de separación o divorcio: Imaginas con frecuencia cómo sería tu vida si estuvieras solo o con otra persona.

Te irritas fácilmente con tu pareja: Las pequeñas cosas que antes te parecían insignificantes ahora te molestan constantemente.

Sientes que no puedes ser tú mismo: Actúas o hablas con cuidado para evitar conflictos o críticas, en lugar de sentirte libre y auténtico.

Comparas tu relación con otras constantemente: Te encuentras deseando tener lo que otras parejas parecen tener.

Hay resentimiento acumulado: Las heridas pasadas nunca se resolvieron del todo, y sigues cargando con el dolor o la ira.

No hacen planes a futuro juntos: No hay una visión compartida del futuro: viajes, metas, proyectos, etc.

Te sientes atrapado: No ves una salida clara ni te sientes con libertad de decidir sobre tu vida.

Has perdido el respeto o admiración por tu pareja: Ya no valoras sus cualidades o incluso sientes desprecio.

La relación gira solo en torno a los hijos o las obligaciones: Si no fuera por los hijos o las responsabilidades, sientes que no habría vínculo.

Fantasías recurrentes con otra vida o pareja: No solo imaginas escenarios alternativos, sino que sientes un deseo persistente de vivirlos.