Ciudad de México.- La madrugada de este miércoles fue rescatado el cuerpo de Juan Pablo Irigoyen Ramírez de 19 años de edad, única persona que faltaba por localizar en el edificio que se derrumbó en las calles Gabriel Mancera y Escocía en la colonia del Valle.

El joven exalumno del Centro Universitario México (CUM) se encontraba con su madre cuando comenzó el sismo, mientras ella logró salir del edificio Juan Pablo regresó por su perrita, quedando atrapado entre los escombros, recuerdan sus amigos.

Hasta la tarde del pasado miércoles, familiares y amigos mantenían la esperanza de que el joven permaneciera con vida luego de que este logró establecer contacto telefónico a través de su celular, hasta que a este se le agotó la batería.

Tras recuperar el cuerpo a las primeras horas de este miércoles, los familiares de la víctima se retiraron a las 3:30 horas de la madrugada, para concluir con el proceso de identificación y reclamó.

El operativo de búsqueda y resguardo del predio afectado por el sismo del pasado 19 de septiembre, estuvo coordinado por la Secretaría de Marina-Armada de México, con el apoyo de elementos del Plan DN-III E del Ejército Mexicano, con binomios caninos.

A lo largo de las calles Concepción Beistegui, Gabriel Mancera y Eugenia, en los postes permanecían las cartulinas con las leyendas que exigían el rescate de Irigoyen Ramírez.

“Falta Juan Pablo”, “Fuerza Juan Pablo”, “Rescaten a Juan Pablo”, se leía en cartulinas colocadas en postes y paredes.

El acceso a las calles Gabriel Mancera y Escocia estuvo restringido durante el operativo de búsqueda y, posteriormente, se permitió que los vecinos ingresaran a sus viviendas por artículos básicos.

“Sólo necesitamos pasar por ropa, nos vamos a quedar en casa de una prima, no podemos pasar al edificio hasta que lo revise Protección Civil”, comentó Rocío Madrigal vecina de Gabriel Mancera.

Con el apoyo de una grúa de 350 toneladas, tras el rescate del cuerpo, iniciaron los trabajos de remoción de escombros, por lo que las avenidas Gabriel Mancera y Eugenia permanecen cerradas a la circulación hasta nuevo aviso.

Elementos de Semar, del Ejército y operadores de la grúa, con la ayuda de una canastilla, iniciaron los trabajos en la parte más alta de la parte del edificio que no se colapsó, para trazar una estrategia segura de demolición. (Fuente: Excelsior)

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