Ciudad de México. Fuente: MSN.- La psicología dice que, así como hay hábitos que la construyen, también hay hábitos que sabotean tu felicidad y que pueden ser la razón por la que cada vez te sientes más frustrado, desesperado, negativo y hasta un poco perdido.

La felicidad es algo que todos buscan, independientemente del género, la edad o el tipo de vida que tengan, pero también es un concepto que no siempre se entiende de la manera correcta y que se termina buscando en los lugares incorrectos, o que se obstaculiza por medio de malos hábitos, actitudes y prácticas, sin tener la conciencia de que son realmente dañinas y deben ser eliminadas para llegar a la meta.

Y es que el autosabotaje no solo se da en el trabajo y en la búsqueda del éxito profesional, también se da en la vida personal y en la búsqueda de la felicidad, y es más común de lo que reconocemos.

Así que no se trata solo de poner en práctica buenos hábitos, de meditar, cuidar la salud mental o de buscar actividades que se disfruten, también es importante reconocer esos pequeños y grandes obstáculos que pueden impedir que seamos felices de verdad, y hay que ponerles un alto.

Hábitos que sabotean tu felicidad: 7 que debes eliminar de tu vida

Procrastinar

Esto se refiere a posponer cosas, dejarlas para después y perder el tiempo, y no solo tiene que ver con los pendientes de la oficina, también puedes procrastinar cuando se trata, por ejemplo, de dejar el trabajo que te hace miserable, realizar esa idea que tienes en la cabeza desde hace meses o buscar esa actividad que te hace sentir pleno y realizado. La felicidad se busca y se construye, y nunca va a llegar si la sigues dejando para después y si sigues dándole prioridad a las cosas que no te suman nada. Procrastinar también puede destruir tu éxito profesional.

No perdonarte / ser tu peor crítico

Todos cometemos errores, nos equivocamos, caemos y fallamos, eso es normal, es parte de la vida y no hay que tomarlo como un motivo para desatar la negatividad o para tener un diálogo interno dañino y demasiado crítico.

Es importante entender que no somos perfectos, hay que aprender a perdonarnos a nosotros mismos por las cosas que no hicimos bien, para poder buscar la solución, crecer, construir y aprender a dejar ir, de lo contrario lo único que queda es mucha ansiedad.

Comparar tu vida con la de los demás

Esto te lo puede decir cualquier experto en temas de bienestar y felicidad, compararte con los demás no te va a llevar a ningún lado y solo hace que te sientas insuficiente, como un fracasado o demasiado presionado para hacer más y vivir acelerado.

Las comparaciones nunca son sanas, así que lo que hay que hacer es buscar superarte a ti mismo y enfocarte en lo que has logrado y en seguir avanzando, a tu ritmo y según tus posibilidades y metas.

No respetar tus límites

Poner límites es importante para evitar cosas como la fatiga, las relaciones tóxicas, el exceso de trabajo y el burnout. Pero no solo se trata de conocerlos y de entender qué es lo no negociable para ti, también es importante que tú mismo los respetes y que los comuniques a los demás para que ellos también puedan conocerlos y tomarlos en cuenta.

Hay casos especiales donde no es posible mantener los límites, pero no deben ser lo común o lo normal. Recuerda que tener límites es sano y no te hace una mala persona.

Dar siempre el 200%

Querer darle gusto a todos, hacer más en el trabajo, no tomar descansos y ser el que resuelve cada problema o situación que se presente no te hace un superhumano, te convierte en una persona que va a terminar fatigada, frustrada y con mucho estrés.

No hay que apuntar a la mediocridad, pero tampoco tienes que desgastarte completamente por un trabajo o una relación. Hay que aprender a descansar, a tener días que no son tan productivos y a relajarse y desconectarse cuando sea necesario.

Ignorar tus emociones y sentimientos

No poner atención a lo que sientes es dañino y destructivo. Ignorar tus emociones o problemas no va a hacer que desaparezcan, más bien puede hacer que te conviertas en una especie de olla de presión y que explotes en un punto.

Lo que hay que hacer es darte el tiempo de sentir, procesar tus emociones, entender qué las provoca o de dónde vienen, y trabajarlas para que no te controlen o afecten tu calidad de vida de forma negativa.

No ser tú mismo (para “gustarle” a los demás)

Intentar ser lo que no eres, cambiar por alguien más o dejar de hacer lo que te gusta para darle gusto a otros también es una muy buena forma de arruinar tu felicidad y de sentirte frustrado e incomprendido.

Claro que debes trabajar en ti mismo, buscar mejorar, crecer y salir de tu zona de confort, pero debe ser por ti mismo y porque tú lo quieres, y no por los demás.

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