Estados Unidos.- Un documental sobre el misterioso asesinato de una querida joven monja católica hace medio siglo es el último éxito de Netflix, subrayando una vez más la actual popularidad de las historias de crímenes reales en Estados Unidos.

La serie, llamada «The Keepers», que se estrenó el mes pasado, trata sobre una investigación plena de suspenso sobre este asesinato, cometido en 1969. Las personas que poseen más información sobre el caso son ahora mayores o han fallecido.

Más conocida como sor Cathy, la monja, de un carácter jovial y despreocupado, tenía 26 años cuando fue asesinada. Era profesora en una escuela para niñas, que en la época se llamaba Archbishop Keough High School, y sus alumnas le tenían mucho aprecio. La escuela escondía, sin embargo, un lado tenebroso.

El capellán del centro educativo, el padre Joseph Maskell, estaba acusado de ser un pedófilo que dominaba psicológicamente a sus víctimas. Las autoridades de la Arquidiócesis de Baltimore habrían estado al tanto de sus andanzas.

Maskell, que también era capellán de la policía, siempre rechazó o negó las acusaciones. Murió en 2001, sin haber sido jamás enjuiciado.

La policía reabrió la investigación sobre el caso, en parte a partir del éxito de la serie televisiva.

Los restos mortales de Maskell fueron exhumados para la realización de exámenes de ADN en busca de una posible relación con la muerte de la hermana Cathy, pero no arrojaron resultados probatorios.

Los creadores de la serie recogieron el tenaz trabajo de investigación realizado por dos mujeres que actualmente han superado los 60 años de edad, Gemma Hoskins y Abbie Schaub, alumnas de la hermana Cathy (cuyo apellido era Cesnik), que crearon una página en Facebook para intentar conocer la verdad sobre la muerte de su maestra.

Las mujeres, ya jubiladas, se convirtieron en una suerte de detectives.

Decenas de exalumnos del establecimiento secundario rompieron décadas de silencio y hablaron acerca de cómo fueron abusados sexualmente por el padre Maskell.

La hipótesis de la serie es que la hermana Cathy fue asesinada por el sacerdote cuando estaba a punto de revelar sus crímenes.

El éxito de la serie ilustra la fascinación de los estadounidenses por casos no resueltos técnicamente abiertos pero prácticamente archivados, los llamados «cold cases».

Otros dos documentales tuvieron recientemente un impacto similar.

Un hombre llamado Adnan Syed, declarado culpable de matar a su novia, puede obtener un nuevo juicio gracias a una serie llamada «Serial», mientras otro hombre, condenado a cadena perpetua cuando era menor, podría ser liberado gracias a la serie de documentales televisivos «Making a Murderer». (Información: AFP)

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