Ciudad de México.- José Eduardo Ravelo, joven de 23 años, murió luego de haber sido detenido, golpeado y abusado sexualmente por policías municipales mientras caminaba por un parque de la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán, solo porque les resultó sospechoso.
Según contó María Ravelo Echeverría, madre del joven quien era originario de Veracruz y había ido a la capital de Yucatán en busca de trabajo, el 22 de julio policías detuvieron a José Eduardo y lo subieron a una patrulla, donde lo golpearon y violaron.
Luego lo trasladaron a las instalaciones de la Fiscalía donde, según lo relatado por la madre, volvieron a abusar del joven y lo torturaron.
Mientras rendía su declaración, José Eduardo comenzó a sentirse mal, por lo que fue revisado y el médico constató que había sido abusado sexualmente y golpeado lo que le dejó un pulmón perforado y daño cerebral que requirió traslado a un hospital.
Ya en el nosocomio, los doctores dijeron que el joven era sospechoso de COVID-19, por lo que lo trasladaron al área de coronavirus donde finalmente murió.
Tras la muerte de su hijo, la madre interpuso una denuncia en contra de los oficiales que golpearon y abusaron de su hijo; además de que pidió ayuda para poder trasladar los restos del joven a Veracruz, donde reside la familia.
Este caso se suma a otros de abuso policial en México como el de Ayotzinapa, Guerrero (septiembre de 2014), Tanhuato, Michoacán (mayo de 2015); Nochixtlán, Oaxaca (junio del 2016); y entre los más recientes la muerte de Giovanni López en Jalisco en 2020 y de Victoria Salazar, en Quintana Roo en marzo pasado.
Este sábado, el gobernador del estado de Yucatán, Mauricio Vila, detalló que cuatro policías municipales fueron detenidos por haber violado y asesinado José Eduardo.
“Les informo que los policías municipales presuntos responsables de este crimen ya fueron capturados y aplicaremos la ley hasta las últimas consecuencias”, afirmó el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.
El funcionario dijo unirse a la pena de la familia y reiteró su apoyo a través de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas y la Físcalia estatal, que ya se encuentra investigando el caso, porque en el estado “no hay espacio para la impunidad y hará justicia con todo el peso de la ley”.
Con información de EFE