Lo que podría pasar a la historia como uno de los más grandes misterios de este siglo, tuvo fin la tarde del pasado martes, día en que se puso punto final a la búsqueda del Malasyan Airlines, avión del vuelo MH370 que desapareció en 2014. Simplemente no lo encontraron.

Los Gobiernos de Australia, China y Malasia decidieron, tras el gasto millonario de búsqueda, suspender todo lo relacionado al caso. Familiares de las víctimas calificaron el abandono del caso como ‘irresponsable’, a pesar de que la búsqueda fue por aire, terrestre y submarina.

«A nuestro parecer, extender la búsqueda a la nueva área definida por los expertos es una obligación ineludible que se debe al público y la seguridad aérea. No se puede permitir que aviones comerciales desaparezcan sin rastro», indicó el grupo Voice370.

En un comunicado, el colectivo de familiares de víctimas del vuelo MH370 desaparecido en el océano Índico en 2014 con 227 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, criticaron la suspensión de la búsqueda de los restos del avión anunciada esta mañana por Australia, Malasia y China.

Los gobierno de los tres países confirmaron que la búsqueda submarina de 120 mil kilómetros cuadrados de la zona meridional del Índico fue suspendida, ya que no hay “pruebas creíbles” de que se pueda dar con su paradero.

“A pesar de todos los esfuerzos, el uso de la mejor ciencia disponible, tecnología de punta y el asesoramiento de los altamente calificados y mejores profesionales del mundo, desafortunadamente no hemos podido localizar el aparato», expresaron.

El vuelo MH370 de Malaysia Airlines desapareció de manera inexplicable la madrugada del 8 de marzo de 2014, unos 40 minutos después de despegar de Kuala Lumpur rumbo a Pekín, después de que alguien apagara los sistemas de comunicación y virara el aparato.

A bordo del avión viajaban 153 chinos, 50 malasios (12 de ellos miembros de la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadunidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes.

Durante los casi tres años de búsqueda, la ATSB recuperó algunas piezas arrastradas por las corrientes del oceáno Índico hasta playas de la isla francesa de Reunión, Mozambique, Mauricio, Sudáfrica y la isla Pemba en Zanzíbar, cerca de la costa oriental africana. (Con Información de Agencias)

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